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Full text of "No hay deuda que no se pague, y convidado de piedra : comedia nueva"

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N. 42 . 

NO 

Y CONVIDADO 

DE PIEDRA, I 

DE DON ANIOmO DE ZAMORA. 

PERSONAS 


COMEDIA NUEVA 






HAY DEUDA 


QUE NO SE PAGUE, 


D. ^uan Thenoriú* 

El Rey D. Alfonso el XL 
Filiberto Carrafa* 

Don Luis de Fresneda* 
Don Diego 'Thenorio, 

Don Gonzalo de Ulloa* 


Fahlo Criado* 

Estudiantes* 

Doña Ana de Ulloa. 
Doña Beatriz de Fresneda» 
La Pizpireta* 

Julia Criada* 


Lesvta Criada* 

El Conde de Ureña* 
'El Marques de Cadi: 
Fres Alguaciles* 
Camacbo Lacayo* 


z* 



Vozes dentro » es de noche j y sale despues 
Don Juan Thenorio con capay espada y y 
^^oquel y y Camacbo criado* 


V íctor el pasmo de Europa^ 
Víctor el honor de España* 


Vno* 

Otro 

Otro* Y Víctor , para decir 
de una vez sus alabanzas, 
^1 segundo Minsin^ero* 
Todos» V^ictor. 


Cama» Huena vá la danza. 

D» Juan, Que voces son esas § 

Cam, Como 

ha tantos dias que faltas 

de Sevilla , te olvidaste 

de que este es tiempo , en que campan 

en la gente estudiantina 

la vandola a y la guitarra, 

sus estudios aplaudiendo. 

Juan, Es verdad , no me acordaba: 

íoas que m^cbo me diviertan 


cosas de mas importancia? 

Cam, Es asi , pues solo piensas 
en engañar á las damas. 

D* Juan* Si lo dices , porque habiendo 
pasado á servir á Italia, 
burlé en Ñapóles á una; 
sabrás , que no por burlarla 
lo hice solamente ; pues 
viendo , no obstante la gaiia 
^ que tuve , quanto mi tio 
Don Pedro Thenorio tarda 
en enviarme á España , hice . 
por donde me enviase á España.. ' 
Cam, A ser otra travesura 
la que diese á tu jornada, 
causa , fuera disculpable; 
mas con las dos circunstancias 
que hubo en el cuento , es^en 'vano 
quererla dorar. 

ua7i, Pi^es tratas 
^arguirme , olvidando quanto 

A esos 









) 


1 


c 


I 


f 

! 

í 

I 


No hay deuda que no se pague , &?£•. 

muchas , pero muy honraáasi 
pues fueron dos , 6 tres muerteS| 
sin motivo , y otras tantas 
clausuras rotas ; por solo 


esos reparos me enfadan j 

dilas. 

Cam. La primera flie, 

ser ki Daaia , Julia Octava, 
de esclarecido linage 
en Ñapóles. 

D. Juan, Qué ignorancia ! 

hecho el yerro , qué mas tiene 
el ser noble, que villana? 

Además , que yo a ninguna, 

en teniendo buena :cara 

* ■ * 

para complacer el gusto, 
le averiguo la prosapia 

Cam. Es la otra , que imitasdo 
acciones , vestido , y habla, 
de quien yá como su esposo, 
salia de noche , y entraba, 
en su casa , te • atreviste 
a ser ladrón de su fama. 

D. Juan. Asi es verdad , y por señasj, 
que Filiberto Gonzaga 
era el dueño del cortijo; 
mas en fe de unas medallas 
de oro , todo ese secreto 
me reveló una criada ; 
quexese a ella , pues fue ella 
quien me guardó las espaldas. 

Cam. Lo cierto es , que tu : ; : 

D. Juan. Acortemos 
' de replicas , y demandas, 
y a otra cosa. . 


un quítame allá esas pajas; 
no quedó de tí ofendida, 
y no con pequeña causa, 

Doña Beatriz de Fresneda; 
muger ilustre , aunque hermana 
de un jacaro , que en la geria 
es el protoguapo en gradas ? 

D. Juan. Si : y toda su hincha fue 
no cumplirla la palabra, 
que la di de ser su esposo. 

Cam. Como quien no dice nada; 
pues si la pobre muger 
estaba yá desauciada 
de ese esperanza , por qué 
( asi que de tus andanzas 
vuelves ) para otro desayre 
la despiertas la esperanza ? 
pues todas las noches vienes 
tan á deshora á su casa, 
sin temer , que al hermanilloji 
que toda la vida anda 
en pendencias,, se le antoje 
el venir á visitarla, 
y ande la de Dios es Christo. 

D. Juan. Mira , Camacho , ya que U 
en razón ; en quanto á que ella 
desista yá de la instancia, 


Cam. Lindamente; 

• y puesto que me lo mandas, 
sea tan esta la otra, 
que cada una sea entrambas. 
p. Juan.'Ko lo entiendo. 

Cam. Pues por cierto, 

que está la letra bien clara. 

D. Juan. Di , que yo te doy licencia, 
yá que la música pasa 
por -otra calle. 

Cam. Si el diablo 

hiciera , que se parárá 
en aquesta. 

D. Juan. Buen remedio, 
despejarlos á estocadas: 
í pero vé diciendo : : 

Cam. Quando 

desamparaste la Patria 
en fe de uua§ travestirás, 


no hay duda ; pues no es mugei'i 
que merece estár casada 
con todo un Don Juan Thenorioj 
pues demás de la distancia 
que hay en ambos , la fortuna 
desigualó las valanzas, 
en quanto á los adquiridos 
explendores de ambas casas; 
pues oy mi padre en Sevilla 
sirviendo el puesto se halla 
de Camarero mayor 
del Rey ; y en quanto á que salgH 
el hermano á la defensa 
de su honor , ( si acaso alcanas 
a saber , que , como á todas, 
di dado falso á su hermana) 
que negocio ? pues acaso, 
porque es de los que recalcan 
ias jotas , y tuvo en Cádiz 


3 ' 


De Don Antonio Zamora. 


el Barco de la Aduana, 
no sabré yo sin traer 
esto que de mas de marca^ 
la valona de rauzeta, 
y el sombrero de antipara, 
darle con mis manos limpias 
muchísimas cuchilladas ? 

Cam» El valor no te se niega : 
pues antes mil veces pasa . 
a :ier desesperación, 
mas no vás á ganar nada 
en tener un cuento , quando 
casarte tu padre trata 
yá , con Doña Ana de Ulloa, 
fembra rica, cuya tara 
entra , después- de su hacienda, 
con ser hija , entre otras gracias^ 
del Comendador mayor 
del OrdeHj de Calatrava. 

J>. Juan. Esa es otra , ¿pues creiste, 
( aunque el Cielo se juntára 
con la tierra ) que me entregue 
yo á una prisión voluntaria ? 

No , Camacho , que mi genio 
no es para andar de reata 
con rauger. á todas horas. 

Cam. Pues coa esa repugnancia# 
por qué afectas tantas ñnas, 
«amorosas pataratas, 
galanteándola? 

D* Juan. Pues dí,^ 
qué pierdo yo en galantearla ? 

Si es boba , y me favorece; 
en lista de despreciadas, 
pondré una Doña Ana mas; 
y si acaso se me escapa, 
conociéndome , me quedo 
tan libre como me estaba. 

Cam. Santa doctrina! 

D. Juan. Por ^lla 
la Andalucía rae llama 
el burlador de Sevilla. 

Cam, El Tarquino de Triana, 
dixera yo. 

D. Juan. Dexa yá 
locuras , y pues á pausas 
caminando , y discurriendo 
acabamos la jornada, 
haz la seña , y entrareiuos» 

C^m> A qué ? 


D. Juan. A un rato de parlanza. 

Cam. Yo apuesto , que estará Julia 
colgada de la ventana; 
pero allá vá. 

A una puerta Jul. Cé , es Camacho.^ 

Cam. Sin faltarle una migaja, 
dueño mió. 

Jul. Y tu señor 
donde está ? 

Cam. Ai á las ancas. 

Jul. Las ancas ? 

Cam. Pues^no es lo mismo 
el estár a las espaldas ? 

JuL Llámale , y entrad. 

Cam. Si haremos. 

La Música á lo le^os^ 

Uno. Víctor , é pesar de mandrias# 
nuestro Rector. 

Voces. Y revictor, 

para aplauso de la patria. 

D. Juan. La música vuelve. 

Cam. Quieres, 

que el pasar se le olvidára 
por Calde Gallegos? 

D. Juan. Cierto, 

que es lastima no aguardarla, 
y deshacer la quadrilla. 

Cam. Entra , señor , y • repara, 
que eso es locura. 

D. Juan. Por si 

entrando dentro me enfadan 
algo mas , toma la llave 
de la puerta. 

Cam. Santas Pasquas: 

Si esta noche no riñére, 
que me den con una- estaca 
a mi cien palos. 

Entranse cerrando la puerta , y salen por 
el patio los mas que puedan vestidos de 
estudiantes , capas de color ^ espadas ^ y 
broqueles ; dos con harpa , y guitarra , y 
junto a ellos la Pizpireta con mantellina 
blanca montera , detrás uno con el Víc- 
tor , que será una tabla labrada^ y pintada 
de verde , en que estará escrito 
con letras ‘de oro* 

Estud. I. En forma 
caballeros , y la dayfa‘, 
para que haya la chillona/ 
eche la jacarandaina. 

A ^ Pisp0 





4 No iay deuda 

Pisp. Vaya- a la salud de ustedes, 

Esu 2. Buen provecho ; y mientras canta, 
todo el mundo diga ; Víctor 
el señor Rector Don Arias. 

Entran con la Música , y voces por el Pa^ 
leiique j y tomando el tablado , arriman el 
Víctor a la pared^y canta la Pizpireta» 
CanU Píz, Reynando en Andalucía 
Brutón el de Salamanca, 
só el gran poder de Tillostres 
feneció el buen Marco Ocaña; 
mas hombres asió , que el vino, 

' mas corrió , que las matracas, 
mas robó , que la hermosura, 
mas pidió , que las demandas. 

Dexa de canU Digo , ha compadres* 

I. Qué cosa ? 

Pisp* Qué tal vá ? 

2* Como unas natas* 

Pizp. Se proseguirá ? 
g* Primero 

descansemos de la marcha, 
que luego se andará todo. 

Todos» Ha dicho de pasmo* 

I* Acania. 

Todos. Qué se ofrece , seo Inojosa ? 

I* Yo quisiera , camaradas, 
que el Victor en esta esquina 
se clavase* 

Todos. Qua de causa ? 
j* Es que en este quarto alto 
vive , habrá algunas semanas, 
la hermanilla de Fresneda; 
tengo hechas mis carabanas 
de pretendiente , y quisiera:;; 

2. Hermoseando la fachada, . 
hacerla ese obsequio ? 

^* Certum. 

3. Que se jaga, 

Todos. Que se Jaga. 

2* Y con la gente del bronce 

va usted , como en una ca^ta* 

1* Lo estimo , y pues venir hice 
a un costiller con la escala, 
voy por ella* 

Pizp. Si Fresneda, 

Arráez de esta Balandra, 
supiera en los pasos , que ando • 
pero por dos bofetadas 
, ó menos , uq es, cazQn 


no se "pague y &c. 

dexar yo de ganar fama 
entre los del pendón verde. 


Sah el Estudiante primero con una 


lera , y un martillo en la pretina 
hiendo el victor , le empiezan d clavar 


to á una reja grande , que estar? 
en el frontis. 

I* A lo menos , yá no faltan 
martillo , escalera , y clavos* 

2* Pues sube , y mientras que clavas 
vuelva la Música* ^ 

Pizp. Yá 

se me bulle la garganta : 
toque ucé , Rey. 
f* Pizpireta, 
aprieta, que importa. 

Pizp» Vaya. 

Canta mientras clavan el victor , áoj 
tres coplas de xacara , sale á la rek of 
de Don ^uan , y Dofia Beatriz , com 
teniéndolo , osida de un brazo^ 
y Camocho detrás» 

Can» Fueron golpes del verdugo, 
que le truxeroa la caza, 

Mostbles el de Toledo, 
y Obregou el de Granadal 
Carrascosa el de Alcalá,' 
era duende déla maula, 
hombre , que á un sello en el golffe 
le quiso quitar las armas. 

JD. Juan. Digo , ha hidalgos. 
jBeatr» Don Juan , mira::: 

D. Juan. Que he de mirar, 
si es infamia, 
sufrir tanta demasia? 

Beat. Qué infeliz soy ! 

3. Quien nos habla 
allá arriba ? 

D» Juan, Un hombre , que 
sale a decirlos en plata, 
que la pared de su quarto, 
lio es poste de Salamanca 
para tener rotiilones 
de almagre , y papel de estrazaj 
y asi pueden vuesarcedes, 
antes que baxe , liarlas 
á otra parte. 

3. Y diga ucé, 

que discurre hacer , si baxa? 

¡y» Juan» Echar el victor ál ' 


' y hecho astillas con la espada^ 
metérsela en la cabeza# 

Cam> Agua vá ? 

1. Claro es ,j que es agua. 

2. Braba peste ! 

Todos» Braba peste ! 

3. Usted , señor Don Urraca, 
pues claro está , que lo es, 
quien habla desde la jaula, 
se recoja j mas primero, 
para cumplir con la usanza^ 
diga Víctor. 

Quitase de la reja* 

D. Juan, Bien apriesa 
os responderé , canalla. 

Cam, Cola y y recola , y con su 
añadidura de falda. 

Tiran acia h Reja* 

1. Tirale. 

Mátale. 

Dentro Daña Beafr, Espera, 
y no arriesgando mi famaji 
tu vida arriesgues» 

^3* El Victor 

se quede , como se estab3| 
y en saliendo muera. 

Pizp, Ahora 

llega lo de coger aldas 
en cinta pintado , pues 
.empieza yá á llover balas. 

Vase la Pizpireta y sale Camacho , y Don 
Juan y pega con los Estudiantes y que al 


De Don Antonio Zamora. 


f^^cipio disparan algunos tiros , tropieza 


Juan en la escalera*^ y cae; sale Fres- 
neda y y sacando la espada , y broquel , dá 
lugar a que se levante y los entra 
retirando. 

D. Juan. Gallinas , de esta manera 
sé yo cumplir mi palabra. 

1. Pues se han errado los tiros, 

apele a las armas blancas 
ti valor. 

Cam. Válgate el Cielo. 

2» Pues la suerte hizo, que caygt, 
muera antes que se levante. 
tres. No muera, que hay quien le ampara. 
Juan. Pues que ya cobré mi acero 
rayo será , que desata 
® esfera de mi corage, 

3* Cada uno, caujaradas^, 


Vasa 


por donde pudiere , escape, 
pues el que á. su lado se halla 
es el demonio. Entralos* 

Cam. No es 

sino el Angel de la Guarda. 

Mas qué miro , vive Dios, 
que aqui hay uno , y mi tarama 
Topa con la escaleray y le tira de estocadsí¡fm 
le ha de hacer rajas ; qué bien 
metió el broquel : mas ya escampa. 

Ai vá eso. 

Sale Beatriz y Julia* 

Jul. Señora mia, 
donde vás ? 

Seat. Donde la saña 

de mi adversa estrella , acabft 
con mi vida. 

Cam. Hombre , ó fantasma, 
de palo eres , pues no sientes. 

Seat. Porque no la sombra añadd 
otra fatiga , una luz 
trae , que el estorbo deshaga 
de las tinieblas. 

Jul. Por ella 

voy al instante en volandas. 

Beat. Ay muger mas infelice ? 

Cam. Parece, que oygo pisadas : 
agachóme, hasta que vengan 
los de la mano pesada. 

Escóndese , y sale Fresneda* 

F res. Pues los que a mi me tocaron 
huyeron , no será mala 
diligencia , ir recogiendo 
los despojos de las capas. 

Beat. Un bulto diviso. 

F res. Pero, 

pues estando alborotada 
la calle , es natural , que 
Beatriz esté á la ventana, 
mejor es llamar ; porque 
baxen una luz : mal haya 
la obscuridad de la noche. 

Cam. Yá tenemos en campan» 
un Moro. 

Fres. Beatriz. 

Beat. Mi nombre 
escuché ; y pues cosa es clara, 

que es Don Juan , que agu rdo^ 

Fres. No 

responden ; vuelvo 4 llamarla# 

Bea- 


€ No hay deuda 

Beatriz ? 

Llega Seat. Aqui i dueño mió, 
está , quien ser , vida y alma 
da en albricias de tu vida. 

Ft *es* O esta voz es de mi hermana^ 
ó sueño ! 

£eaU Y asi , antes que 
■ mas gente acuda , mi planta 
sigue. 

Sale Juh Yá está aqui la luzu 
Mas ay ! 

Beat. Los cielos me valgan ! 

que es mi hermano. 
le res* Con quien, fiera, 
injusta , traydora hermana^ 
hablabas ahora ? 

BeaU Don Luis, 
si yo : : 

Teres* Mas para qué tarda 
mi furor en castigar 
tu traycion ? 

^ul* Ay , que la mata ! 

Seat* No hay quien me socorra ? 

^ul* Alón. 

Vase 9 y sale Don ^iian* 

D. Juan* Quien , viviendo yo 
te agravia ? 

F res* Quien en ti , y ella de un golpe 
qvxiere tomar dos venganzas. 

D. Juan* Tan fácil es ? Riñen» 

Beau Pues qualquiera 

riesgo es fuerza , que recayga 
" sobre mi , mejor fortuna, 

( yá que está la suerte echada) 
es huir. Vase. 

Fres* Asi , traydor, 
con una ofensa me pagas, 
haberte dado la vida ? 

D. Juan. No te entiendo , riñe y calla. 
Fres. Quien eres, que te resistes 
tanto ? 

D. Juan* El diablo. 

Cam* Y no le engaña: 

Fres. Herido estoy. 

- Vuelven á salir fados los Estudiantes , y 
entran retirando á D. Juan , y Fresneda» 
cada uno por su parte. 
Dent.^Est. i. Allí están. 

a. Pues llegad , y a nuestra ^saSa 
mueran todos. 


que no se pague ^ 

Cam. \á volvió 

el diluvio de Sotanas. 

D. Juan. Asi os respondo , gallinas. 
Fres. Que sin conocerle , vaya 
á quien me ofende ? 

Cam. Por Dios, 

que ván matando la caspa 
de pasmo : mas por si hallo 
á Beatriz , y á su criada, 
afufón. 

Jbstud. I. De esta manera 
nuestra osadía restaura 
. aquel desaire primero. 

Fres. Para retirarme , aun falta 
aliento al pecho. 

D* Juan. Yá aqui 

preciso es volver la espalda 
al peligro. 

Estud. 2. Hasta que huyan, 
apretar la mano , y caygan. Vi 
Entrase por la puerta, que estará ahk 
y sale?t Do» Gonzalo con Aviio ded 

I 

trava , en capa y ropilla, y Fili' 
berto de color. 

D» Gonz. Aqui podéis esperar 
al Rey , y tened por cierto, 
que os he , señor Filiberto, 
de asistir , y de ayudar, 
hasta que de vuestro honoí 
falte el pequeño nublado, 
que le empaña. 

FU* Si he tomado 

tan augusto protector, 
qué mucho que en la iraportufia^ • 
suerte de un influxo avaro, 
enmiende con vuestro amparo 
los yerros de mi fortuna ? 
y* quando con él contrasto 
su ceño , á decir me atrevo, 
que toda esta dicha debo . 
al señor Marqués del Basto, 
cuya carta me franqueó 
el honor de tal Padrino. 

D. Gonz. Quanto en ella me pr 6 V¡ii<^) j 
hiciera sin ella yo, 
por deuda de Caballero; . ] 

pixes es glorioso interés, 
amparar á quien lo es : 

Además , de que as; espero 
embarazar el tratado, 

^ íi. 




Be Don Antonio Zamora. 


queyá en Sevilla es notorio, 
de mi hija , y Don Juan Thenorio: 
que aunque de tomar estado 
es yá tieupo , y es su igual, 
no he de arriesgar su belleza 
con hombre, a quien la nobleza 
desayra el mal natural. 

pil» Quien creerá , que quando vengo 
solo a restaurar la fama 
de una Dama , sea otra Dama, 
á quien yá rendida ^tengo 
el alma , que me previene 
segunda ruina cruel ? 

t)ent* Plaza. 

D\ Gonz, El Rey sale , y con él 
Don Diego Thenorio viene. 

Fih Poco el verle me embaraza, 
que aunque su hijo es mi enemigo^ 
en él tendré otro testigo 
de mi razón. 

Sale el Rey, y Don Diego-, llega FilibertO, 
y le dd una carta arrodillado* 

Dent- Plaza , plaza. 

F/ 7 . A vuestros pies ( celebrado 
invicto Alfonso el Onceno, 
en cuyo brazo la espada, 
es otro segundo Cetro ) 

€11 creencia de esta carta 
llega un noble forastero, 
á pedir , que le escuchéis. 

Rey. Poco favor para eso 
habéis menester , que yo 
jamás los oídos niego 
^ suplica , ó quexa : alzad. 

D, Dieg, Galan es el estrangero ! 

Rey, Del Rey de Ñapóles es 
la firma. 

Lee FU. Su nombre espero, Lcc. 

que haga sombra á mi fortuna. 

D, Dieg. Por no errar el tratamiento, 
quien es , señor Don Gonzalo, 
ese hidalgo ? 

D, Gonz, Un Caballaro 
Italiano , á quien por huésped 
tengo en mi casa. 

D. Dieg. A qué efecto 
á España vino ? 

D. Gonz. Discurro, 
que le oyrá usiria presto, 
y aun os pesara de oirlo. ap. 


FU. Yá acabó de leer., 

Rey. Sabiendo 

yá quien sois , saber también 
logre , qual es el empeño, 
que os ha traydo á Sevilla, 
para que ( en quanto á los fueros 
de Castilla no se oponga) 
os ampare. 

Fil* Oídme atento. 

Rendido al suave harpon 
de una hermosura , a quien dieron 
Venus , y amor el dominio 
de su Carcax , y su Imperio^ 
merecí ser admitido 
á los lícitos festejos 
de reja, papel, disfraz, 
paseo ; música , y terrero, 
grados , por cuyos precisos 
espacios sabe el deseo, 
caminando por la dicha, 
llegar al merecimiento. 

Bien mi fortuna lo dixo, 
pues en las alas del tiempo 
volando mis esperanzas, 
consiguieron , que su ceño 
menos esquivo , sin que 
dexase de ser tan bello, 
la entrada me permitiese 
de un jardín , en cuyo ameno 
espacio , no pocas noches 
logré' hablarla , en el supuesto, 
de que sin mas interés, 
que la dicha del empleo, 
por entonces aspiraba 
solo , a que en nuestros dos cuellos 
á la coyunda de amor 
echase un nudo himeneo. 

En este espacio ( no sé 
si sabrá , Señor , mi aliento, 
ahogado de mi fatiga, 
pronunciar ms pena ) pero 
¿qué mucho sepa decirlo, 
el que pudo padecerlo? 

En este espacio , un indigno 
Andaluz , ( porque no acierto 
a decir, según sus obras, 
un Andaluz Caballero) 
competidor de mi dicha, 
solicitando en secreto, 
sin mi noticia , su logro, 


No hay deuda que no se pague y &c. 


apeló a tan viles miedios, 
como son, noche disfráz, 
engaño , y violencia : há cielos 1 
que mal puede la ignorancia 
cerrar el camino al riesgo, 
si desprevenido el daño, 
y desarmado el recelo, 
el primer aviso , que hay 
del despeño , es el despeño! 

Digalo el ver , que grangeando 
una criada el vil cebo 
del interés , con mis señas, 
entrase una noche dentro 
del jardin , donde valido 
de mi tardanza , fingiendo 
vo^ , y acciones , a la amante 
porfia dé sus esfuerzos, 
lo que yo no pude amando, 

^po el conseguir mintiendo* 
fen fin , ladrón de su honor, 
y el mió , pues hizo á un tiempo 
una trayeion, dos ofensas, 
con solo un atrevimiento; 
añadió la ultima infamia, 
que fué huir ; pero no es nuevOj^ 
que a quien comete un delito 
tan vil , uñ error tan feo, 

#on valor para lograrlo, 
le falte el de mantenerlo. 
i De estas causas, pues mpvido^ 
y de" la de que mal puedo 
salvar mi opinión , sino 
consta al mundo , yá que ha hecho 
quanto pudo ella , pues fue 
«orír de su sentimiento, 
que de la mia he hecho yo, 
jb que á fuer de noble debo; 
sabiendo que está en Sevilla, 
a retarle en ella vengo 
a publico desafio; 

«n cuyo aplazado duelo, 
k haga confesar mi espada, 
ser él el infame reo 
de tan desairada culpa; 
a cuyo fin , jne presenta 
desde ahora : y como en mas 
haya lugar en derecho, 
k reto , cito , y emplazo, 
para el dia , y en el puesto, 

^ué eliw)iübre , y vos elijáis; 


porque aunque pudiera , atento 
á mi ira , matarle coji 
vedadas armas de fuego, 
tósigo, ó puñal logrando 
a mi salvo el desempeño; 
nada consigo , si no 
consigo , que de mi acero 
al impulso , agonizando, 
diga la verdad , muriendo. 

Y asi , generoso Alfonso, 
pues por mi sangre merezco 
esta licencia ; y mas quando 
el perdido honor defiendo 
de una Dama, circunstancia, 
que hace mas ayrosa el reto; 
concededme , según Leyes 
de los Castellanos fueros, 
seguro campo en Sevilla, 
para que arbitro supremo 
de la lid, veáis , que ó no sale 
a la palestra , añadiendo 
desayre á desayre , ó que 
si sale es á ser trofeo 
del castigo de mi brazo, 
y el rayo de mi escarmiento# 

D. Go;;z. Caso raro ! 

D. Dleg. Acción indigna ! 

Rey, Solo siendo , Filiberto, 
vuestra sangre fiador 
de vuestra verdad , pudieron 
unirse e^ mi las distancias 
del escucharlo , y creerlo. 

Es posible , que en Castilla 
huvo ynfanzon , que ofendienjl 
con tan indecente hazaña 
el lustre de sus abuelos, 
hizo lunar de sus tymbres 
la sombra de tanto yerro ? 

Fj 7. Si Señor. 

Rey* Thenorio ; ülloa, 
qué decís ? 

D. Dieg* Yo , que no encuentro 
hombre , en quien naciendo 
tanto lugar se haga el genio, 
que á esa vileza le humille. 

D* Gonz* Yo , que en el espacio 
de lo posible , es mas fácil, 
creer lo malo , que lo bueno. 

Rey* Decid quien es , para que 
no dudoso el gensamiento , 

vacile. ’ 


Dé' Don' Antonio Zamora, 


FU- Es , señor invicto, 

quien osado , loco , y ciego 
tiró la piedra engañando, 
y escondió la mano huyendo, 
Don Juan Thenorio. 

D. Dieg. Qué escucho ! ’ 

Rey^ Qué decis ? 

D. Dieg. Válgame el cielo. 

Rey. Conoceisle ? 

FU. Como pude 
no conocerle , si siendo 
por sus continuos arrojos, 
reparo común del pueblo, 
se hizo de todos notado ? 

Y asi , señor , me mantengo 
en que fue Don Juan Thenorio, 

, un arrogante mancebo, 
que ai abrigo de su tio 
Don Pedro, que oy sirve el puesto 
de vuestro Embaxador , quiso 
mi desgracia , que encubierto 
pasase a Ñapóles , hasta 
que aplacado vuestro ceño, 
por no' sé qué travesuras 
volviese á España ; y supuesto, 
que sabido el agresor, 
solo resta hacerme bueno 
el campo que pido , otra 
vez a vuestras plantas puesto, 
la suplica revalido. 

D. Dieg. Arrogante forastero, 
cuya pasión en la voz 
descubre el fondo del pecho; 
Donjuán Thenorio es mi hijo, 
y siéndolo , es argumento, 
de que en él caber no pudo, 
el desalumbrado exceso, 
que le acumuláis ; y en suma, 
agradeced al respeto 

del Rey , que no de otra forma 
os diga. 

Fil. Ved que no vengo 

, á argüir , sino á lidiar, 
y que quando vengo a esto, 
teniendo un contrario mozo, 
sobra un enemigo viejo: 
y asi : : ; 

D. Dieg, Las canas en mi 
parecen nieve , y son fuego. 

tu. Para mi lo mismo vienen 


á ser helando que ardiendo. 

D. Dieg. Quien juzgue : : : 

Rey. Que es esto ’í Como 
estando yo de por medio, 
hay quien osado : : : 

Los dos. Señor : : : 

Rey. Bien está j y pues yo me templo, 
mientras viéndola de espacio, 
vuestra acusación resuelvo; 
haced lo mismo los dos, 
pues si no , vivo yo mesmo, 
que sin servirme la pluma, 
decrete con el acero. Vase* 

FU. Airado va el Rey. 

D. Gonz. Yá que 

de esta acción , señor D. Diego, 
me hizo testigo el acaso, 
solo que deciros tengo, 
que el conferido tratado, 
que teníamos dispuesto, 
a fin de que la amistad 
pasase a ser parentesco, 
cesó desde oy , pues yá veis, 
que acumulado un defecto 
tan publico , no es decente 


Vase, 


Venid. 

FU. Aunque en este caso 
caben pocos argumentos, 
por si teneis que decirme, 
que soy huésped , os ^advierto, 
del señor Comendador. 

D. Dieg. Id con Dios. 

FU. Guárdeos el Cielo. 

D. Dieg, Si el hombre que tiene un hj 
tiene ( según el proverbio ) 
mil pesares ; que tendrá 


quien tiene un hijo perverso, 
tanto , que pasa a lo indigno 
el error de lo travieso ? 

Qué haré , dudas ? 


Al paño Don Juan . y Camacbo, 

D. Juan. No es aquel 
mi padre ? 

Cam. Si. 

D. Juan. Pues lleguemos, 
que bien presto su semblante 
nos dirá , si sabe el cuento 
de anoche. 


D* Dieg. Tratar de ajuste, 

B 



lo No hay deuda que 

estando yá manifiestos 

acusador y demanda, 

no es bien : poner de por medio 

tierra, ausentándole , es dár 

a entender , que . le reservo 

del peligro de la lid : 

dexarle en Sevilla expuesto 

á que su poca paciencia 

añada materia al fuego, 

tampoco es razón. Cordurai ^ 

qué me aconsejas entre estos 

tan implicados caminos, 

tan peligrosos rodeos ? 

Si yá no es : : : 

V. Juan* En qué, señor, 
ü discursivo , ü suspenso, 
abstraído de ti mismo, 
batallas contigo mesrao? 

Qué tienes ? 

D. Dieg* Te tengo a ti; 
con que en tenerte a ti , tengo 
un abismo de pesares, 
un piélago de tormentos : 
y quítate de delante, 
que vive Dios , que me temo 
mas á mi , que á tus delirios. 

Cafñ* Yá lo sabe , volaverunt. 

J), Dieg* Dime , loco : : 

D. Juan* Sermoncillo ? ap* 

pues sea breve , que me duermo. 

D. quien dexaste ofendido 

en Ñapóles? 

D. Juan* '^o me acuerdo. 

D* Dieg* A Filiberto Gonzaga, 
de los mas Nobles del Rey no, 
no conoces ? 

J uan* Creo, que si; 
y por señas , que hubo un cuento 
entre él , Una dama , y yo. 

D. Díeg. Pues ese , con el g^texto 
de tomar satisfacción, 
está en Sevilla. 

D. Juan, Me alegro ! 

D. Dieg. Delante de mi ha pedido 
campo al\Rey , para que en duelo 
publico sean notorios 
tu infamia , y su desempeño. 

El Comendador Ulloa, 
no solo en desaire nuestro, 
le ampara , pues en su casa 


\ 


no se pague y &c. 



le hace el aposentamiento; 
sino que , ajando mi lustre, 
y el tuyo , de los conciertos 
de tu boda con su bija, 
se niega al contrato ; y puesto 
que mientras el Rey concede, 
ó no licencia , podemos 
discurrir el mejor modo 
de enmendar con el consejo, 
lo que ha eri'ado la arrogante 
temeridad de " tu genio, 
quédate a pensar contigo 
el empeño en que te has puesto^ 
mientras yo , si a la fatiga 
de tanto dolor no muero, 
procuro obrar como al fin, 
buen Padre , y buen Caballera. y¡i 

D. Juan* Y bien , que decís Camacho 
de esto ? 

Cum* Que sal quiere el huevo : 
mas tu qué piensas hacer, 
señor ? 

D* Juan* Echar por enmedioj^ 
y matar al Italiano. 

Vén conmigo» 

Cam.^ Donde ? 

D. Juan. Necio, 

en cas del Comendador, 
porque yo no entiendo de estd 
de plazos , ni desafíos 
á lo antiguo ; y- en efecto, 
si no le encontráre , al paso 
diré unos quantos requiebros 
á la novia. 

Cam* Eso es , Señora 

lo peor , y lo mas presto. 

D. Juan* Ciego de colera voy. 

Cam* Estupendo miedo llevo : 
mas porque á perder no lo eche, 
si vá allá , dár soplo intento 
á su padre •: este hombre anda 


porque le den pan de perro. 
Vanse , y salen Doña Beatriz con 
y Doña Ana , y Lesvia sin él* 
D* Ana* Quédate , Lesvia , á esa 
y á nadie sin avisar, 
dexes á esta quadra entrar. 

Lesv* Aunque las veas abierta, 

' pierde , señora , cuidado : 

rabiando estoy >por saber | 


Be Don Antonio,, Zamora- ' |t 


a q¡ie vino esta miiger. Vas. 

X). Ana. Yá , Beatriz , que hemos pasado 
de mi padre al quarto , habiendo 
antes en el mió sabido 
la causa que os ha traído; 
que en él hallareis , entiendo, 
enmienda á tanta traydora 
ruina como en males dos 
vos ' sentís , y yo por vos; 
y. bien lo mostraré ahora, 
interponiendo mi ruego 
con mi padre , á fin , de que 
amparo en mi casa os dé. - 
jBeat. Si esa dicha á lograr llego, ' - 
en vano mi bien arguye 
que la suerte me limita, * ' ' - 

pues quanto avara me quita, 
piadosa me restituye : 
mas ¿como faltar piedad, ^ 

para>.quien la vá buscando, 
pudo en casa, que apostando 
timbres a la antigüedad, 
es el centro del honor ? 

D. Ana. Pesar , en mal tan ímpio 
acuérdate , que eres mió: ap. 

no asomado mi dolor 
á labio , acción , ó semblante, 
haga mi agravio notorio. 

Con que en fin , D. Juan Thenorio, 
de vuestra belleza amante, 
palabra de esposo os dió ? 

^eat. ¿Pues como de otra manera 
haber logrado pudiera 
que le diese entrada yo 
en mi casa? Circunstancia 
que oy mi quietud atropella; 
pues estando anoche en ella, 
de su genio la arrogancia 
Ocasiono , mal sufrida, 
la pendencia , a cuyo ruido 
( como después he sabido) 
llegó mi hermano á dár vida 
al mismo que le ofendió, 
tan a su costa, que mal 
herido en tan desigual 
lance, por él arriesgó 
vida, libertad, y hacienda: 
mas ¿para qué en mi tormento 
volver a contar intento 

*0 que sabéis , sin que atienda 


á que mi t desdicha- grave ^ 
lisonjeando' el lábio'está • libra. 

D. Ana, ¿Quien , si esto ^escucha creerá^ 
que en un pecho noble cabe 
tanto abismo de trayeiones; 
añadiendo engaño á engaño^ 

¿Mas qué discurro, si un daño 
tiene dos satisfacciones ? 
una ,h mostrando , que cuido ^ 

del mismo honor , que ha quitado 
y otra , haciendo á mi cuidado 
medianero de mi olvido; - 
y mas quando otro pesar ' 

el nuevo huésped me truxo. 

Seat, Hado infiel ! . 

D, Ana, Adverso inñuxo ! 

Las 2. Como ; : : 

Lent, Lesb. No podéis entrar. 

D. Ana, Gente viene ; y porque no 
antes,' que' á mi padre habléis, ^ 
aqui os encuentren , podéis 
( en tanto que salgo yo 
al paso ) en este aposento 
esperar a que os avise. 

Beat. No en vano , señora , quise 
fiar a vuestro entendimiento 
mi alivio : dolor , paciencia 
en ventura tan escasa. 

Dent.p. Jua. Pues quando yo en esta cas» 
nube menester licencia? 

Escóndese Beatriz , entornando una puerta 
y salen Lesbia , y Don Juan. 

XíCSí». . Ved que yo;:: 

J). Afig. Lesbia , quien es ? 

D.Juan. Quien puede ser, que no sea,* 
hermosísima Doña Ana, 

quien de tus rayos á cuenta, 
mariposa d€ tus luces, 
salamandra de tu hoguera, 
viviendo esta de los mismos 
incendios en que se quema? 

( colera , disimulemos ) 

de esta suerte se mienta! ap. 
No creí , señor Don Juan, 

que en hombres nobles cupieran 
tan tray dores procederes, 
tan viles correspondencias: 
mas yo me engañé , pues quando 
de vos en toda esa tierra 
tan iiidignas^ voces corren, 


42 No b ay deuda que 

tan baxas iioticiás vuelan, 
quise , encendiendo la duda, r 
deslumbrar á la evidencia; 
mas ya que : : : . 

D, ^uan. Escúchame , y luego 
( dado que te los merezca ) 
castiguenme . tus rigores. 

Hablan aparte* • 

'Ala puerta BeauV\.m puesta desde esta 
puerta 

ver quien en el qiiarto entró 
de Don Gonzalo , desmienta 
mi temor-; pero Don Juan 
Thenorio es ; albricias , pena; 
pues sabiendo , que aqui estoy, 
viene a librarme ^ y lo prueba 
vér , que de Doña Ana está 
informándose. Oh fineza, 
lo ,que debo á su cariño ! 

D. Ana. Si son las disculpas esas^ 
que aíegais , preciso es que 
solo por ser vuestras , mientan. 

La llave de mi jardin 
donde está ? 

D. JuMU Que quieres de ella ? 

D. Ana. Que me la deis , para que 
la permitida licencia, 
que habiendo de ser mi esposo 
tuvisteis ; viendo que cesa 
la causa , niegue el efecto. 

Beat. Esto es yá de otra materia ! 

zelos 5 atención. 

JD. Juan. Si de 

mi cordura se aprovecha 
vuestra poríia , fingiendo 
tanto diluvio de quexas, 
vive Dios : : : 

D. Ana. Solo ahora falta, 

que me echeis una pendencia ! 

Ea , entregadme la llave; 
mas no me la deis , que es fuerza, 
que no merezca ser mía, 
habiendo yá sido vuestra; 
pero advertid ( por si acaso 
osais , en fe de tenerla, 
transcender estos umbrales ) 
que habrá poca diferencia, 
entre poner el pie , y entre 
castigar la desvergüenza. Vase^ 


no se pague , 

quien te ha contado én mi ofcnsji 
tanto numero de engaños. 

Sale D. Beat. Doña Beatriz de Fresnej, 
D. Juan. Esto tenemos ahora ? 

Bien por Christo. 

D. BeaU Conoceisla ? 

diréis qne no ;.y yo lo creo, 
porque si la conocierais, 
no hubieran vuestras traycioiies;;: ‘ 
jD« Juan. Poco á poco , y valga fiema 
Beatriz , que no estoy de huruoi' * 
de apurar quintas esencias 
de quexas , zelos , y amor. ^ 

D. JSeaí.^ Zelos llamas las ofensas, 
traydor ? 

uan. Si tu , persuadida 
á que era fácil , que uniera j 

un nudo nuestras dos almas, 
te engañaste , á quien te quexas? 
Y pues no es razón que demos ^ 
que decir en casa agena, 
quédate. j 

Beat. Como quedarme j 

sin que cumplas la promesa> 
que hiciste ? 

D. Juan. En vano te cansas. 

Beat. Daré de mi agravio cuenta 
al Rey. 

D. J uan.^ Con Don Juan Thenorio 
no se entienden las querellas. 
Beat. Apelaré al cielo , cuya 
justicia á nadie respeta. 

D. Juan. Si tan largo me lo fias, 
yo te permito la espera. 

Beat. Tarde fia , quien de Dios 
al Divino Juicio apela ? 

D. Juan. Q ue sé yo , dexame ahoni 
y lo que quisieres sea. 

Beat. Hombre infiel : : 

D. J uan. Estas quexosa. 

Beat. Mal Caballero : : 

D. Jua7i. Estas ciega. 

Beat. Si porque ves : : 

D. Juan. No des gritos. 

Beat. Que soy :: 

Sale D. Gofiz. Qué voces son estas* 
Beat. Turbada estoy. 

D. Gonz. Vos aqui, í 

señor Don Juan ? í 

Beat. Suerte adversa ! 


I 


n. 


De Don Anionio Zamora. 

p, Gonz. Coa Doña Beatriz j y vos, la carta , y en ella : ; ; 


43 


r 

señora > tan descompuesta 
en mi casa ? 

/II paño D* Ana* De mi padre 
oí la voz ; y por si media 
mi cordura el lance , es bien 
salir. 

D* Gonz* Suerte no pequeña 
fue , que leyendo una carta 
se aya quedado á la puerta 
Filiberto. 

D* Juan* Al acordarme 

de que mi sangre desprecia 
^Don Gonzalo , embarazando 
mis bodas , en iras nuevas 
arde al pecho. 

D* Gonz* En fin , entrambos, 
negando el uso a la lenga, 
calíais ; que ha sido esto ? 

Sale D. Ana* Yo, 
señor , lo diré. 

Beat. Estoy muerta ! 

D* Ana* Beatriz ( en la confianza 
de que ha de ser tu nobleza 
seguro puerto al baybén 
de su fortuna deshecha ) 
buscándote entró en mi quartOj 
desde donde ,, porque vea 
quanto adelanto el alivio ' 
al riesgo de su tormenta, 
ai tuyo la pasé , porque 
sin tantos testigos pueda 
informarte ; en puyo espacio, 

( habiendo hecho dél yo ausencia) 
creer debo , que á él (ha tyrano!) 
haya venido tras ella 
el señor Don Juan Thenorio, 

de quien , como el lance muestra 
podrás ; : : 

D* Juan* Señor Don Gonzalo, 
pues nada en estas materias 
es mejor , que el hablar claroj 
«1 yo sé 'que es lo que quiera 
€sa dama , ni en su busca 
he entrado en la casa vuestra; 

- y para que veáis presto 
quan distinta dependencia 
a ella me traxo , decidme : : : 

FW. Del Marques del Basto era 


D* Juan* Como, 

quando á su enemigo encuentra, 
no obra mi ira? traydor , muere* 

Empuña la espada Don Juan ^ y se ase 
de él D oña Beatriz* 

Beat* Qué haces ? 

D* Gonz* Como en mi presencia 
osais : : : 

D. Ana* Cielos , otro susto I ap*^ 

FU. Ay mas raras contingencias ! ap*. 

D* Juan* Suéltame , ó vive mi enojo : ; 

F í7. \á que esa dama se empeña 
en embarazar lo que 
después llorará , si os suelta; 
advertid , señor Don Juan, 
que para vér donde llega 
ese ardor , tengo pedido 
campo al Rey , con evidencia 
de que según el motivo 
de mi causa , le conceda; 
y pues estando retado, 
el que de noble se precia, 
debe no apelar á los 
acasos de una pendencia, 
reservad todo ese enojo 
para quando en la palestra 
nos veamos. 

D. Juan* En qualquier parte 

que hallo a mi enemigo , es fuerza 
darle á entender ; : : 

FU* Yá os he dicho, 

que os templéis, quando se templa 
el quexoso ; y porque aun este 
aviso el resguardo tenga 
de otra acción , agradeced, 
que os hable de esta manera, 
a la casa en que os encuentro, 
pues no sé yo si allá fuera 
tan cuerdo obrara ; y en fin, 

( pues la calle es mas abierta 
campaña ) no a estas señoras 
asuste la inadvertencia 
de vuestra ira , arguyendo 
quan poco el veros me mueva 
con la mano en el acero, 
de vér que de vos se ausenta 
mi cordura ; pues si otra 
accion el lance pidiera, 
no estuviéramos , Don Juan, 


^4 No hay deuda que 

por ninguna contingencia,^ 

vos con la espada empuñada, 

y .yo con la espalda vuelta. Vase. 

P. Juan» Vive Dios , que ese es temoij 
y presto liare que os desmienta 
la experiencia. 

D. Gonz, Donde vais ? 

D. Juan. A castigar su soberbia. 

n. Gonz. Habiéndoos visto en mi casa, 
no ha de pasar k sangrienta 
la question. 

D. Juan. Ved que ral enojo 
ningunas canas respeta. 

Beat. De un empeño nace otro. 

D. Gonz. Mi valor le hará , que aprenda. 

Beat. No le dexes ir , señor. 

JD. Ana. Dexale salir , y muera. 

D. Juan. Ved que yo : : ; 

J). Gonz. Vuestra porfía 

yá con Eias causa me empeña} 

Saca la espada , y se pone delante de la 

puerta. 

y pues yá saqué la espada 
para defender la puerta, 
ved como ha de ser. 

D* Juan. Matando 

yo , á quien el paso me niega# 

D. Ana. Ay infeliz ! 

Beat. Donde iré, 

que no me siga mi estrella ? 

D. Ana. Fabio ? Arnesto ? Lesvia ? Nise ? 

D. Gonz. Muerto soy. Cae. 

£). Juan. De esta manera, 
a quien mi voz no persuade, 
mis coleras escarmientan. Vase. 

D. Ana. Que estoy mirando , desdichas ! 

D. Gonz. Espera , traydor , espera, 
que aun estoy vivo. 

Sale Lesb. Que es esto. 


ama mía 


D. Ana. Una tragedia, 

tal , que disuade el sentirla, 
la incertidumbre de creerla. 


Padre ? 


Beaí. Señor ? 

D. Gonz. Fementido, 
aunque ^tropezando sea, 
te he de seguir , y por mi, 
el cielo , que á todos venga, 
tome a ¿u cargo mí muerte. 


no se pague ,^c, ^ | 

D. Ana. Por si hay en mi daño eum^ 
ayúdente nuestros brazos. 

Entrase cayendo , y levantando Don c 

. -I. 'I 7-- ..... 


zalo , y tras él las damas ; y por otro L 


i 


salen riñendoD.Juany Filiberto 

D. Juan. Ahora veieis , si quien 
alii osado , aqui es valiente, 

Fil. Y vos , que el que alli os detengjf 
es para que aqui os castigue. ' 

Dent. Cam. El paso, señor , aprieta i! 
si quieres llegar á tiempo. ; 

D. Juan. Mucho duras. ; 

Fil. Mucho alientas. 

Sale Don Diego sacando la espada 

nese enmedio. 

D. Dieg. Tente, D. Juan. Filiberto, ^ 
aguardad. 

uan. Si no deseas, 
que despechada mi rabia, ' 

atropelle tu prudencia, 
quítate de enraedio. 

D. Dieg. Como, 

bárbaro, quaiido lo ruega 
un padre , no te detienes ? 

P. Juan. Como en ocasión como ti 
no es el respeto mas , que una 
mascara de la ñaqueza. 

FU. Antes es sobre seguro 
bizarrear sin contingencia. 

Y asi ya , señor Don Diego, ' 
por mi , mediando vos , cesa 
el empeño. ^ 

D. Juafh Por mi , no, 

que no está mi espada hecha 
á reducirse á la cinta 
sin sangre. 

Cam. Ay tan mala bestia ! 

D. Dieg. Vive Dios:: : 

Sale Fabio en cuerpo con espada 

desnudas. 

Fah. Don Juan Thenorio, 

donde está ? ^ 

Fih Qué es lo que intentas, *' 

Fabio ? 

Fab. Yá que le he encontrado, 
matarle , pues lo aconsejan 
mis lealtades. 

FU- Quien te obliga, 


á que á tanta acción te atreva^- 


Fab^ V ér ; que ha dado muerte 


De Don Antonio Zamora* 


P. D!eg> y FU, Qué dices ? 

Fab» Que muerto queda 
el Comendador. 

FiU Ahora 

( sin que á otro motivo atienda ) 
sabré darle muerte yo. 

Cam^ Yá escampa, y llovian piedras. 

D. Dieg* Siendo dos los que te embisten, 
yá hijo , estoy en tu defensa. 

Riñendo dos d dos , salen algunos Minis-- 
tros , que los dividen. 

Algu adíes* Tenganse al Rey. 

Otro* La Justicia. 

D. Juan* Poco ese nombre me enfrena. 

D. hieg* Qué es no enfrenarte, cobarde ? 

Cam* Há señor , coge soleta, 
que esto vá de mala data. 

X)*^iian. Dices bien, pues á ir rae fuerzan 
un padre , que me embaraza, 
y una dama , que me espera. Vase* 

Ftl* Dexad , que siga al que muerto 
en su propia casa dexa 
al Comendador Ulloa. 

Alg* I. Si esa es obligación nuestra# 
en vano es cansaros vos. 

D. Dieg. Advertid : : : 

Alg* 2. Vamos aprisa : 
esta es causa de importancia. Vanse^* 

Fil. Por si antes que ellos , llega 
mi venganza , atravesando 
la calle , que esté mas cerca, 
le saldré al paso. 

Fab* Contigo' • 

vá mi valor. Vase* 

D. Dieg* Quien dixera, 
que en dos horas solas , caben 
eternidades de penas ? 

Mas pues no hay de asegurarle 
mas modo , que el que le prendan^ 
á que le prendan iré. 

Divina Justicia inmensa, 
piedad , aunque su despecho 
abuse de tu clemencia. 

acto II. 

íalen por mano izquierda el Rey con 

icompañamiento , por la derecha Doña 
Ana vestida de luto , y Filiberto 
por la siniestra* 

)• Ana* A vuestros pies, generoso 
Alfonso , Rey de Castilla ; ; : 


Fil* A vuestrrs plantas , invicto 
Alcides de Andalucía : : : 

D* Ana* Una muger desdichada 
a pedir viene justicia. 

Fil* Buscando piedades , un 
noble* estrangero se humilla. 

D. Ana* Y de ellos no ha de apartarse. 
Fil* Y á ellas es justo insista, 

D. Ana* Hasta saber que la logre. ' 
Fil* Hasta ver que las consiga. 

Rey* No esteis asi , alzad del suelo ; 
y yá que á mi tan unidas 
llegan suplicas, y quexas; 
sepa yo lo que os motiva 
a unir á ruegos , que abogan, 
persuasiones , que acriminan. 

D. Ana. Si este luto , si este llanto# 
melancólicas insignias 
de mi dolor , no os han dicho, 
que soy la infelice hija 
de Don Gonzalo de Ulloa, 
cuya fama esclarecida, 
después de su muerte , se hace 
venerar en sus cenizas; 
aun mejor , que ellos , señor# 
para informaros, lo diga 
ser coiitra Don Juan Thenorio 
mi instancia ; pues aunque sigan 
contra él tantas causas , quantos 
hizo agravios su malicia, 
ninguna , con parte de 
tan superior gerarquia, 
como mi razón ; pues esta 
es la primer vez que pisa 
Doña Ana de Ulloa , losas, 
que pensó hollar algún día 
para dama de la Reyna. 

Quísolo asi mi desdicha ! 

La poca causa que tuvo 
de Don Juan la tyraaía, 
para dar muerte , á quien yá 
cansado de años vivia, 
tallando en sus desengaños 
los marmoles de su pyra: 
bien el mundo la publica, 
bien V. Alteza lo sabe, 
y bien mi dolor lo llora. i 
Mas qué importa , en la precisa 
dañada influencia de una 
malévola estrella impía, 

»V 


\b JMo pciy aeuaa que no se pague ^ <t^c. 


no haber causas , que provoquen, 
si hay ceguedades , que irritan* 
Tres meses há , gran Señor, 
que sin dar á mi afligida 
quexa mas satisfacción, 
que la que tiene en sí mismaj 
le te neis preso , y aun esta, 
mas la publica vindicta 
la debe al amor , que ampara, 
que a la equidad , que castiga; 
pues si por asegurarle 
de mi rencor , de mi ira, 

( que al fln soy muger , y airada, 
no es mucho que esté temida ) 
no hubiera sido su padre 
quien a la torre , en que habita, 
le reduxo ; creo yo, 
que aun no tuvieran sus iras 
la pensión de estár suspensas, 
para no obrar como altivas. 
Quanto ha tocado á mi amor : 
para mostrar , quanto estima 
de aquel helado cadáver 
las yertas pavesas frias; 
ha sido labrarlas noble 
sepulcro , que en la capilla, 
que es honroso patronato 
de nuestra ilustre familia, 
religiosamente ultrage 
las memorias de Artemisa. 

Sobre él mi difunto padre; 
al tallado marmol fia 
el dibujo de sus señas, 
el bulto de sus insignias, 
tan vivo , que bien podéis; 
si de vuestra Monarquía 
inquietaren las fronteras 
las esquadras berberiscas, 
sacarle en estatua , á que, 
para postrar su osadía, 
por vos haga su retrato, 
lo que hiciera su cuchilla. 

Pues si esto , que a mi cariño 
tocó , supo mi hidalguía 
desempeñar , vos , Señor, 
haced también , á la vista 
de mi razón , lo que toca 
al brazo de la justicia, 

€11 castigo de un aleve, 

( ay amor ! no me lo riñas) 


cuya trayeion , en un pecho 
el noble resguardo os quita 
de vuestra corona; y 
tanto es vuestra como mia 
la causa , muévaos al ver, 
que á vuestras plantas os pijj 
venganza el triste lamento 
de una muger afligida, 
que huérfana , triste , y sola, 
mas logro no solicita, 
que vér su sangre vengada, 
yá que la miró vertida. 

Arrodillase llorando. 

Rey. Alzad , señora , del suelo, 
y no el fuego , que destila 
vuestra congoja os abrase 
las flores de las megillas. 
Pero antes , que á vuestra insta 
responda , es acción precisa 
en mi , saber lo que intenta 
Filib^rto ; por si unidas 
vuestras dos acciones , puedo 
atarlas , ó convenirlas, 
de tal suerte , que no queden 
resquicios á la malicia, 

"Fih Mi suplica , gran señor, 
aunque es contraria , es la misíiii 

Rey. La misma , y contraria ? 
FU. Si, 

pues es pretender que viva, 
para que le mate yo. 

Y pues teniendo admitida 
V. Alteza mi demanda, 

( cuya instancia patrocinan 
los fueros , que á qualquier nobl 
segura palestra libran ) 
debeis mirar por mi honor, 
antes que vea Sevilla 
á Don Juan en el cadahalso, 
dái*^ satisfacción debida 
al difunto Don Gonzalo: 

( que es lo que pide su hija.) 
Que en. su campaña le vea 
la verde estancia florida, 
exponer , Señor el pecho, 

( quando mi furor le embista) 

6 al golpe de dos arneaes, 
ó al encuentro de tres picas: 
es lo que os suplico yo: 

, aunque creo ( si se mira 


I 


De Don Antonio Zamora. ' ’ >17 


a los efectos , que ofrecen 
mi esfuerzo , y su cobv^rdia) 
lo mismo es que sentenciarle 
á muerte y porque si lidia 
conmigo , se sabe , que antes 
de que me acometa , espira. 

Ambos piden bien ; y pues 
lo que mi cariño estima af. 

a su padre , mi piedad 
mas ázia esta parte inclina; 
esto ha de ser. Pues por ahora. 
Doña Ana , 16 que mas insta, 
es , no quitarle la fama, 
pues le he de quitar la vida: 
dár tiempo al tiempo es razón : 
Tomad vos esta sortija, á F/7. 

que anillo Real , asegura 
el ser yo quien os envia, 
y valido de su indulto, 
desde la torre en que habita, 
poned a Don Juan Thenorio 
preso en su casa , en la fija 
surpesicion , de que haciendo 
homenage , y pleytesía, 
ante su padre de darle, 
siempre , y quando se Je pida^ 
estará de manifiesto. 

FH, a vuestras plantas invictas::: 

No os detengáis. 

Ffu Aunque sepa, 
que á Doña Ana desobliga 
mi atención , fuerza es mostrar, 
que entre el garbo, y la caricia, 
no puede ser con j3on Juan 
ayrosa , y con ella fina. Va$e. 

P. Ana> Qué esto vean mis pesares! 

Ha lisonja! Quien diria, 
que con el Rey pueda menos 
mi verdad, que tus mentiras? 

Rey. De esta manera podré, 
pues yá ajustadas tenían 
sus bodas , dar tiempo al tiempo, 
para ver si se suaviza 
este ceño , efectuando 
el contrato , pues rendirla 
podrán , ó la autoridad, 
ó el ruego. 

D. Ana* En fin , solicita 
vuestro precepto. 

Sak Df Señor ? 


Rey. O. Diego Thenorio , ( albricias, 
pues este acaso embaraza 
el que en sus quexas prosiga 
Doña Ana ) qué traéis de nuevo ? 

D. Dieg, Muchas gracias, que rendidas, 
a vuestros pies , como siempre, 
sean ofrendas votivas 
de mi reconocimiento. 

Rey. No os entiendo. 

D. Ana. Ay , ansias mías ! ap, 

D. Dteg. Filiberto me ha contado: : 

Rey, (^ue á pasar á Don Juan iba 
á su casa , es verdad ; pero 
si es eso lo que os obliga 
á darme gracias , sabed, 
que lo que hoy , para rendirlas, 
parece piedad , dilata - 
su pena , mas no la evita; 
poique aunque hay favor que templa, 
hay parte que fiscaliza. 

Vase , haciendo cortesía á Doña Ana, 

D. Ana. Qué esto una privanza pueda ! 
mas vivo yo , que pues quita 
el Rey a mis esperanzas 
las que de lograr tenia 
mi satisfacción : el oro, 
pues todo lo facilita, 
me grangeará la venganza. , 

Donde vá V. Señoría ? 

D. Dieg. A serviros ; porque el ser 
mi hijo , quien os irrita, 
no es motivo , para que 
no sea yo , quien os sirva : 
y creed , señora , que nadie \ 
mas que mi amistad , sentida 
en vuestra desgracia , el todo 
de su dolor participa; 
pero el tiempo : : : 

D. Ana» No, señor 

Don Diego , en mis repétida>s 
penas avivéis el daño, 
despertando la noticia. 

D. Dieg. Pues venid. 

D. Ana. Con tales honras 

quedará desvanecida } 

mi confianza. 

D. Dieg. Esta es 

deuda , y no galantería; 
mi hija os pensé hacer , suplid 
el que os trate como á hija. 

C Vsin- 


1 ? No hay deuda 

Vanse y sale Beatriz con manto y 

macho. 

Cam, Por qué quieres esperar, 
Señora , que mi amo venga, 
en la calle , donde tenga 
la gente , que reparar ? 
entra en su quarto , y alli 
podrás esperar mejor. 

D* Beat. Bien dices , aunque el rigor 
de mi fortuna , ( ay de mi ! ) 
en ninguna parte ofrece 
alivio al dolor , que siento. 

Cam. Tu tienes de tu tormento 
la culpa , pues apeteces 
á un hombre , cuya tirana 
falsedad , que viendo estoy, 
á quantas engaña hoy, 
dexa burladas mañana. 

Z). BeaU Es muy fácil de engañar 
amor ; mas dime ( siquiera, 
por ser alivio , que espera 
la fuerza de mi pesar ) 

2 como desde la prisión 
le traen á su casa ? 

Cam. Eso, 

que es cuento largo confieso, 
que pidiera relación, 
á estár mas despacio , pero 
de qué te has sobresaltado ? 

Echase -el manto de prisa* 

D. Beat* De que con Fabio , el criado 
de Doná Ana , a lo que infiero, 
cruzar á mi hermano vi 
la calle. ( Ay cielos ! ) 

Cam. Ai vá, 

pues por estotra , que está 
mas sola , escapa , y asi 
podrás burlar tu temor. 

D. Beat. Porque no perder quisiera 
la Ocasión de que me oyera 
dos palabras tu señor; 
en San Francisco aguardando 
tu aviso estaré , que alli 
podrás tu buscarme. 

Cam. Di, 

porque no ande repasando 
la Iglesia , donde estarás ? 

D. Beat. Junto á la Capilla de ' 
los üiloas , para que 

_^(pues no como las demás, 




que no se pague y 

Ca- ea el Templo está , y su 

une por la cercanía ^ 

el claustro , y la Portería ) 
con una seña me advierta 
tu cuidado , de si es 
hora de ver á Don Juan. 

Cam. Me place , que asi podrán 
vér mis deseos , después 
que tu de ella hayas salido 
el sepulcro , que han labrado 
al Comendador. 

D* Beat. Cuidado, 

pues no sabes ser olvido, 
haz de tu parte , por vér, ¡ 
si quien en su amante llama i 
no le vence como Dama, 
le obliga como niuger. 

Catn. Aunque con bastantes veras 
la disuadiera el reclamo, 
pues buscar razón eií mi amo, 
es pedir al olmo peras : 
Quien á mi flema le mete 
en eso ? Beatriz perdone, 
pues , en términos , se opone 
al oficio de alcahuete. 


Y pues : mas mi amo D. Diego 
a Doña Ana viene alli 


escudereando ; vé aquí, 
que hiciese el diablo , que luejj 
con Filiberto llegára 
mi amo D. Juan : hecho , y diclioi 
qué profeta es un capricho 
de Lacayo , que repara ! 
MesLU'ome , como quien 
jamás ha quebrado un plato, 
y hago el arrimón. 

Por mano izquierda FUiherto^ doti\ 

y Alguaciles* 

FU. Pues ya 

desde aquí me encargo , hidalgo^) 
de la guarda del señor 
D. Juan , á quien me ha entregaJo 
su Alteza ^ porque en su casa 
tenga por prisión su quarto: 
desde aquí podéis volveros* 

Alg. I. Pues es el orden que trayS*^ 
obedeceros , en fe 
de mirar en vuestra mano 
el Real Anillo , quedad 
coa Dios. 


í 


13 


De Don Antonio Zamora» 


6. No nos despidamos, 
sin hablarle» 
ios 3. Vea lisia, 

señor , si nos manda algo. 

Don Juan* Dios os guarde. 

I, Eu este hombre 
es de alabar el agrado. Vanse los 
D. Juan* Que haya yo de recibir 
de mano de mi contrario 
la libertad. Vive Dios, 
que solo de imaginarlo, 
en nuevas iras ñuctúo, 

, eñ nuevas coleras ardo* 

FU Yá , señor Don Juan , por mi::: 

J). Juan* No prosigáis , porque al paso 
he visto á mi padre. 

F; 7 . Y viene 

a Doña Ana acompañando, 
si lio me engaño , y pues vos, 
como al fin buen cortesano, 
no querréis , que os vea ; en este 
portal podréis ocultaros 
mientras pasa. 

Salen poco ñ poco por el lado contrario 
Don Diego , hablando con Doña Ana , y 
detrás Lesvla , otras criadas* 

D» Juan*:Si me viere, 
eche la culpa al acaso, 
que lo quiso ; y asi , el día 
que los dos nos encontramos, 
paciencia, que yo por eso, 

,, no he de echar por otro lado* * 

D* Dieg* Venid , señora. 

^Doña Ana» Ay de mi 1 
' todo el corazón se ha helado : 
qué mucho , si he visto a quien 
dos veces me ha muerto ! 

D. Dieg» O quanto 

siento, que ai paso mi hijo 

esté ; pero remediarlo ap. 

procuraré de esta suerte. 

FíL Si otro mas afortunado, 
que yo logró la ventura,' 
señora , de acoffiipañaros, 
permitidme , que partida 
Truecanse Filiberto , y Don Diego* 
la dicha ektre dos criados, 
logre desde aqui serviros. 

JD. Ana* Vuestro cortés agasajo 
estimo ¡ mas creo , que 


con admitirle le pago. 

D* Dzeg* Llega a hablarla , y si el acero 
la injurió , acállela el garbo. 

D. Juan, Y que quieres , que la diga, 
si para mi son cstraños 
filetes , que son mentiras, 
y parecen desagravios ? 

D. Dieg, Llega , pues* 

D. Jua?i. En cada pie 
muevo un monte. 

Cara. Lindo paso ! 

D. Juan* Si el ceño de la fortuna 
( vive Dios , que estoy turbado ) ap* 
dispuso hacerme instrumento 
de vuestro' pesar ; quexaos 
del destino , no de mi, 
pues no es razón , que entre ambos, 
(hermosa está ) pague yo ap* 

ofensas , que os hizo el hado. 

Pasa Doña Ana llorando* 

D. Dieg. No le respondéis. 

D. Ana. Yá creo, 

que le ha respondido el llanto ! \ 

ha traidor , que tanto siento 
mi dolor , como tu engaño ! Vasc* 
D. Dieg, Ahogaronsela las voces 
en el pecho : no me espanto. 

D* Juan*ÁTUory ^como a un mismo tiempoi 
la aborrezco , y la idolatro ? 

Fil* Zelos , poco a poco* 

D. D.ieg^ Aquí, 

señor Filiberto , un rato 
me esperad , que luego , que 
haya á Doña Ana dexado 
en su casa , volveré, 
por serviros , á buscaros. 

FU* Aguardad , que antes es fuerza, 
en la ocupación trocaimos , 
que traximos. 

D. Dieg. Como ? 

Fil. Como, 

que dexe el Rey me ha mandado 
en su casa á vuestro hijo, 
el señor Don Juan , debaxo 
de palabra , que habéis vos 
de dar de entregarle quando 
su Magestad os le pida. 

Y pues en leales Vasallos, 
como vos yá la obediencia 
vá incluida en el ‘mandato, 

C 2 que^ 


IQ No hay deuda que 

quedaos con él , mientras yo 

á cumplir por vos me parto 

con aquel cortejo , y yá 

que he conseguido dexaros^ 

señor Don Juan , sino libre» 

menos preso » de mi garbo 

aprended a manejar 

quexas de vuestro contrario* Vase* 

D. ^uan. Que esto oyga yo, y no le arran- 
que 

el corazón k pedazos ! 

JD. Dteg. En fin , hijo ; mas por qué 

' de esta manera te llamo ? 

En fin , muerte adelantada 
de raisyá caducos años, 
de tu persona me fian 
la guarda , desconfiando, 
de que tu : : : 

15. Juan. Pues lo quisiste, 
está muy bien empleado. 

D* Dieg. Yo lo quise ? 

D. Juan. Si , pues fuiste 
quien mis iras sosegando, 
diste lugar , á que como 
reo publico , hombre baxo, 
en una -cárcel me metan; 
y pues dentro de ella he estado 
tres meses , agradecerme 
puedes , que un dia de tantos, 
no la haya pegado fuego. 

D. Dícg. Y en tan conocido estrago, 
hombre , basilisco , ó fiera, 
qué lográras ? 

D. Juan. El gustazo 

de que yo , y todos los presos 
nos pasásemos de un salto 
á los infiernos , adonde 
he de ir , ó tarde , ó temprano. 

D. Dieg. Calla , que solo de oirte, 
me estremezco. 

Cam. Hermosos actos 
de contrición ! 

D. Dieg. Entra en casa, 

mientras yo , dando á Palacio 
vuelta , a su Alteza doy cuenta 
de todo lo que ha pasado. 

Entran por una puerta , que ha de haber á 
mano izquierda , quedando de la 
parte de adentro.- 

D. Juan. Porque se vaya , obedcicó 


no se pagué i í?(?. 

por ahora. 

D. Dieg. Tu , Camacho, j 

queda de guarda de vista 

de ese humano monstruo , en I 

j «-u tan' * 

que yo vuelvo. 

Cam. No doy yá 

dos alberjas por mis cascos. 


D. DíVg. Presto volveré : fortuaj 
afloxa la cuerda al arco ! 


J 


D. Juan. Fuese yá mi padre? 

Cam. Si. i 

Vase Don Diego, y sale Don 

D. Juan, Pues yá que estoy libre 
haciendo quatro* visitas 
á las comadres del barrio. 

Cam. Pues , y la palabra que 
dio de guardarte ? 

D. Juan. Borracho, 
solo ahora falta , que tu 
dés tu voto , como sabio, 
en las materias del duelo. 

Cam. Soy un bestia , soy un asno} 
mas no riñamos por eso. 

D. Juan. Si has de andarme á cada 5 
mareando con tus locuras, 
quédate , ú te descalabro. 

Cam. Lo primero es lo seguro; 

D. Juan. Gallina menos. 

Cam. Andallo. 

yá anda suelto ; guárdate, 
Comendador de Santiago. 

D. Juan. Ay Doña Ana , quien cre| 
que á quien , ni un solo cuidado 
costaste como marido, 
cuestes como galan tantos. f 

Cam. A avisar á Beatriz, 
pues quedo desocupado, 
iré , de que por hoy no hay 
Ocasión , ni yo la aguardo, 
de que hable á mi amo ; Dios 
me saque de ser Lacayo 
de Señor travieso. 

Vase , y por el r otro lado salen 

y Fresneda. 

Fres. Ved, 

en que puedo, señor Fabio, 
serviros. 

Fab. Viendo , que yá 

estáis , a Dios erracias , sano 

yj> '' 

de aquella pasada herida : : 


F)' 


Fres. Ah si del pasado agravio 
lo estubiera ! há vil hermana ! ap 

Fab^ Que os suplique , me ha mandado 
cierta dama , que en su casa, 
para haceros un encargo, 
os dexeis ver entre hoy, 
y raahana. 

Fres. Y qué despacho : 

es cosa de matar á alguien ? 

Fab. Algo es de eso ; y porque estando 
convaleciente , es razón 
cuidar de vuestro regalo, 
que 'admitáis , os ruego , estos 
cien escudos. 

F resn. Topo , y hago; 

y lo estimo , porque estoy 
hecho á matar mas barato : 

I 

mas decid. 

Fab. En esa esquina 
hablaremos mas despacio, 
retirados del concurso; 
aunque es cansaros en vano 
querer , que os diga quien es, 

' ni uno , ni otro , porque a tanto 
no me atrevo , sin su orden. 

Líinda mente : pero aspado, 
áselos , que aquella es Catuja, ap» 
y viene , si no me engaño, 
t .con. ella D. Juan Thenorio* 

Fab. Qué os detiene? 

Fres. Haber mirado, 
que en este portal mejor 
podremos hablar. 

Fab. Pues vamos. 

Escondense al paño, y por el otro lado sa- 
len la Pizpireta con manto y tras ella 
Don ^uan. 

Fres, Desde aqui averiguaré 
sus tray clones , ocultando ^ 
el rostro , hasta que después 
la hagamos cantar de plano. 
juan. Señora Doña Catanla, 

( pues con tan buenos apaños 
<lé damería , yá el tú 
p es tratamiento ordinario ) 
donde, buena ? 

^tzp. Como es hoy 
el dia que estreno el manto. 

■ y ya mas convalecido 
dei Doctor , y el jurgonazo, 


Dofí Antoíito Zatnof^a» 

m • 




anda Don Luis por el mundo, 

» voy á lucir á su lado, 
con cernicalo de seda. 

D. Juan. Haces muy bien. 

F res. Por Dios Santo, 
que para convalecer 
no es mal julepe este trago. 

D. Juan. Como de música vá ? 

Pizp. Ni un solo tono he cantado 
desde la noche del Víctor; 
y cierto , que estoy rabiando 
por echar de la gloriosa. 

D. Juan. Pues en fe de que hoy temprano 
me recogeré , si quieres 
dexarte ver en mi quarto, 
para cantar mientras ceno, 
dos tonillos de porrazo ; 
te lo estimaré. 

Pizp. Yá sabe 

Usía, que en mis aplausos, ' 

el mayor es el servirle. 

Fres, Por Dios, que esto vá despacio. aPá 
Fab. Donde vais? ^ 

Ff 'es. Yá lo vereis 
bien aprisa. 

Pizp. Estoy yá al cabo. 

D. Juan.'Pxxes para que en mejor sitio 
esperes , sres que yo tardo, 
esta es del jardín la llave, 

con que creo , que has entrado 
otras veces; tómala, 
y de su licencia usando, 
espera en la galería. 

Fres. Ni una sola voz alcanzo 
a oir ; mas qué me detengo, 
si esto ha de acabar en palos ? 

Dale una llave, y volviendo ella á r 
a Fresneda , la esconde ansiada. 

Pizp. Está bien : pero Fresneda, 
ay infeliz! 

D. Juan. Qué te ha dado, 
que asi tiemblas ? 

Fres. Qué sería 
lo que con tanto recato 
ocultó de mi ! 

Pizp. No doy 

por mis narices dos quartos ! 

Fres. Dexadme á mi llegar solo. 

Fab. Por si os puedo servir de algo, 
i la vista quedo. 

Pizp, 


a mircir 


ap. 


22 No hay deuda que 

Pízp. Ai rá eso. 

Fres, Hidalgo. 

Llega D, Juan, Pico mas alto. 

Fres, Rey mió. 

D. Juan. No tan arriba. 

Fi 'es. Caballero. 

D» Juan. Asi me llamo» 

Fres. Esa dama es cosa mía. 

D. Juafié Sealo por muchos años# 

Fres. No me ha parecido bien, 
que esté con vos mano á mano 
en conversación tirada; 

. y mas quando ella ha tomado^ 
no sé qué , que de mi oculta ; . 
y para que vamos claros 
en el cuento, sepase 
qué es lo que ha habido en el casOf 
y daré la penitencia, 
conforme fuere el pecado. 

Fab. Con. D.. Juan Thenorio habla, J 
si él supiera , que á su brazo 

; se fia su muerte. 

PíZp. Aqui hay 

una de todos los «diablos. 

D. Juan. En mi vida he respondido 
á quien trae ese aparato 3 

«de crudeza , con mas lengua ^ . ' 

que la de un carabinazo. 

Mas porque sin esas armas, 
vengo ; usted , pues es tan guapo> 
reciba el deseo , y tome 
á cuenta esos cintarazos. 

Sale Fabio, y se pone al lado de Fresneda» 

Fres. Ahora se verá ese pleyto. 

Fab. Qué es lo que miro ! á tu lado 
estoy Don Luis , muera. 

Fizp. Que haya 

de haber luego chincharrazos 
en qualquier .parte que llego. 

Freí. Apartaos , que yo basto. 

D. Juan. Traidor , también tu me tiras? 

Fab, Soy leal , y fui criado 
del Comendador Ulloa. 

D. Juan. Todos sois pocos, villanos; 
la, espada perdí. 

Cáesele la espada , y se entra retirando^ 
y defendiéndose con la daga. 

F res. Yo en esas 
filigranas no reparo. 

D> Juan, Pues de S. Francisco estoy 


no se pague) &c. 

a la puerta , su sagrado 
guarde mi vida. 

Fab. Antes que 

sea la Iglesia su ampai’o, j 
matémosle. 

Freí. Aun dentro de ella j 

le he de hacer dos mil pedazos, 
Pizp. Buena anda la gresca ! pep^ 
en todo caso no es malo, 
llevar la llave conmigo. 

Shi dexar de sonar dentro ruido de 
das , se descubre una Capilla , y dentí 
ella un Sepulcro magnifico de jas^aJ 
bronces j y sobre él Don Gonzalo 
do ser estatua , cotí manto capitular^l 
da f y sombrero , y salen Cama, 
cho , y Beatriz. 

Caín. No salgas , pues he escuchado 
ruido de pendencia. 

Beat. Un hombre 

se entra* hasta aqui , retirando 
de otros dos. . * 

Cam. Y es mi señor. 

Sale Don Juan sin sombrero , y tu 
daga en la mano, y detrás Fablo, dck 

'do á Fresneda." 

D. Juan. Con un hombre desarmal 
cobardes , tanto rencor ? * 

Beat. D. Juan, mi bien, pu^s tu,quaiü 
Fab. Qué intentáis? 

Fr^í. Darle la muerte. 

Fab. Ved, que estamos en el Claustrj 
de San Francisco. - 
Beat. Ay de mi J 
que es Don Luis. 

D. Juan. Dame , Camacho, 
esa espada. 

Qíiita la espada á C amacho 9 y por te 
lados salen Filiberto, y D. 

FU. Don Juan ? 

D. Dieg. Hijo ? 

Los dos. Qué es esto? 

F; 'es. Cielo indignado, 

no es mi hermana aquella ? SI: 
que mal pudo mi reparo 
cegar mi enojo. 

F ab. Qué hacemos 

aqui , habiendo yá llegado 
su Padre ! 

Fres, Don Juan , mi bieu 


Ve Don 'Antonio Zamora» 

no dixo ? O si al escucharlo D. Dieg. Conmigo véii. 




ttp> 

Vase. 


muriese yo ! **jP' 

Los ios. Qué es aquesto, 
otra vez digo ? 

Freí. Haber dado, 
a quien sin razón me agravia, 
una vida de barato. 

Suerte , pues vivo ofendido, 
desame quedar vengado. 

D. Juan. Ahora me hids, quando tengo 
anuas para castigaros ? 

Til. Eso haré yo , que aunque no 
sé la causa , que habéis dado, 
quien es mi contrario 9 no 
ha de tener mas contrarios. 

Beat. Aguardad , y si es primero 
Aparta á Filib» 
en un corazón hidalgOy 
amparar á las mugeres; 
a vuestra piedad encargo 
mi vida 9 pues en salir 
de aqui con vos 9 la afianzo 
solamente. 

FÍA Pues guiad, 

que en dos tan precisos actos 
del valor 9 quando á este elijo, 
no es culpa vér que á aquel falto* 

Beat. En otro trage esta noche 
buscaré a Donjuán. 

F//* Quietaos, 

que conmigo vais : bien' cumple 
D. Diego lo que ha jurado. Vase» 
D. Dieg. En fin , esta es la obediencia, 
que debes tener 9 por ley, 
i', á tu padre , y á tu Rey: 

Traydor ? 

D. Juan. Para mi paciencia 
es bueno eso. • . - 

Do Dieg. Teme , que 
' Dios te castigue algún dia. 

Do Juan. Quando aquella piedra fia 
me lo diga, lo creeré. 

D. Dieg. Pues no á mentir enseñado 
su dueño está , que en rigor, 
copia es del Comendador, 

D. Juan. No lo había reparado. 

D. Dieg. Asi tu atención cumplió 
Jo que en tu prisión , por ti, 
yo á Filiberto ofrecí ? 

D, Juan. A bien que no he sido yoi 


api 


D. Juan. Bueno fuera, 
que dixese mi enemigo, 
que de temor voy contigo. 

D. Dieg. Pues qué hacer tu saña esperai 
loco ? 

D. Juan. Irme solo ; y asi, 
aunque de oirme te espantes, 
una de dos , ó irte antes, 
ó no salir yo de aqui. 

D. DiVg. Ay hombre mas infelice f 

D. Juan. Esto ha de ser , vete yá/ 

Cíím. Lo peor es, que' lo hará 
de la suerte que lo dice. 

D. Dieg. Peor es irritarle : Adiós. 

Catn. Ay hombre mas importuno ! 

D. J uan. Luego voy. 

D. Dieg. Cielos , en uno, 

tén lastima de los dos. V'asé^ 

Cam. Y a qué ha sido esta quedada 
tan sin juicio, y sin razón? 

D. Juan. A vér este fantasmón 
con su manto , y con su espada* 
Llegan al Sepulcro. 

Cam. No está bueno el aparato 
del sepulcro singular ? 

D. Jua,7u Buen sufragio es hermoseai* 
la ruina con el boato. 

Ca m. Con qué ceño tan profundo 
nos mira su sobrecejo ! 
miedo le tengo. 

D. Juan. Buen viejo, 

Tiéntale la barba , ajustandoselam 
como os vá en el otro mundo ? 
diras que bien , claro está; 
pero si en el Purgatorio 
estás , á Don Juan Thenório 
no le esperes por allá; 
y pues quien es tu contrario, 
ningún alivio te ofrece, 
no hayas miedo , que te rece, 
ni una oración del Sudario, 

Cam. No está propio ? 

D. Juan. Si ; y lo malo 

es , quando entre aplausos medra^ 
que tenga espada de piedra, 
el que la traxo de palo. 

Carn. Que asi le hables ? 

D. Juan. No he de hablar, 

SI quiero su amigo ser ? ' 


No hay deuda que 

y para darlo i entender, 
si esta noche ir a cenar 
conmigo quiere , por m¡ 
hecho está. 

C^tn, Ei juicio perdió ! 

D. Juan. Pues te he combidado yo> 
irás, Don Gonzalo? 

D. Gofiz. Si. 

Cam. Ay , que habló ! 

D. Juan: Tu miedo advierta, 
que esa ilusión ha fraguado ! 

Cam. No vés como se ha quedado 
con tanta bocaza abierta ? 

Vamos de aquí , antes que embista 
segunda vez el temblor, 

D . Juan. Dices bien , Comendador, 
lo dicho , y hasta la vista. yanse. 

l 

^iíCuhx€S6 la Capilla , y sale l^vesneda 

deteniendo á la Pizpireta , que saldrá 
con mantilla , y una guitarra 
debaxo del brazo% 

Pres. Traydora , espera. 

Pizpy Don Luis, 
si has creído : : : 

Fres. Como , aleve, 

quieres , que no crean mis zelos^ 
que pues engañas , ofendes; 
y pues habiéndote visto 
Loy con Don^ Juan , de esta suerte, 
junto á sus jardines te hallo; 

( porque mi rezelo aumentes ) 
qué puedes decirme , ingrata ? 

Pizp. Que no soy de las mugares, 
aunque con mantilla blanca, 
que a uno alhagan , y á otro venden; 
y porque lo creas , sabe, 

que el que a estas horas die encuentres 
junto, a Sil jardin , no es culpa. 

Fres. Como ? 

Pizp. Como Don Juan suele 
gustar de oir quatro tonos 
mientras cena , porque quiere 
el diablo que entre otras gracias, 
cante yo bonitamente. 

Salió de la carecí hoy; 
encontró conmigo; hablóle: 
ofrecile venir; diónie , 

esta llave , con que entre 
al jardin j y sobre todo. 


( 


no se pague , ^c. 

me dá ciertos dobloncetes 
con que se abastece el 
de cintajos , y alfileresf i. 
Y pues por ti ( vamos daro-N 
no pasa una alma (yáentienl, 
y honradamente se busca ” 
con que trastejar el vientre 
' qué negocio ? * 

Freí. Espera , espera ; 
ó si la suerte quisiese 
abrir camino á mis iras ! 
la llave del jardin tienes 
en tu poder? 

Pizp. Vesla aqui, 
por mas señas. 

Freí. Pues yá puedes, 
si procuras desmentirme , 
Catanla , satisfacerme. 

Pizp. Como ? 

Fres. Entrando yo contigo, 
pues en sus frondosas redes 
oculto , podre yo ver 
si dices verdad , ó mientes. 
Pizp. Si le replcoi , ha de haber , 
solfeadura de mofletes; 
porque veas qu e por mi 
no hay ningún inconveniente, 
vén , mas mira , que desde una 
reja baxa , que guarnecen 
unos jazmines , á hurto, 
has de acechar solamente. 
t'es. Como tu quisieres sea : 
ca , honor , yá de la suerte 
menos ayrado está el ceno, 
zzp. No hagas ruido , porque hayfi 
res. Vil hermana , mientras logro 
tu ruina , á mi ira consuele 

estár cerca de este estrago. 
l^izp. Vén. 

Entranse abriendo una puerta , ¡¡ f 
otf o lado salen Carnacboj y crh' 

^ ^ cuerpo, 

am. En que estado , mis Reyes, 
la cena está ? 

Criad, r. Prevenida, 
poique no quiero , que encuentre 
con que tropezar mi amo. 

2* a mesa , y el taburete, 
al paso del ayre , que 

por esta ventana viene, 


pongamos. 

Saquen una mesa con una bugic/i , , ^ todo 
recado muy lucida. 

Cam. Digo ; y el vino 

es de Organos , ü de nieve ? 

I. J)e nieve , y Lucena. 

Cam. Lindo ! 

y qué ensaladilla ? 
c. Verde. 

Cam» No entrará ella en mi barriga; 
y después de lo caliente, 
pregunto, 

^'ay algo fiambre ? 

I. Sus chistes. 

Cam, Dios le consuele : 

y en suma , que postres ay ? 

Los 2. El demonio que le lleve* 

Cam. Quedo con eso. 

Sale Don Juan.^ 

D. yuan. A estas horas 

ha de estár mi quarto siempre 
de par en par ? 

t. Como dixo \ 

Camacho , que no se cierre,, 
porque yá venia Usía;:; 

J). yuan. Si otra vez os acontece^ 

, con ahorcaros de una reja> 
haré yo que se remedie. 

Cam, Sopla. 

^ la reja Pizp. Desde aqui seguro 
podrás vér lo que sucede. 

A la reja Fres^ Yá ha venido* 

D. yuan. Ola ? ^ 

Los. 7 . Señor. 

o 

D. yuan. Aquesa puerta de enfrente 
^cerrad , y idme desnudando. 

Pizp. Pue^ ya es hora de q^ue entrej 
cuidado. 

Quitase Pizpireta de la reja , y van. des-^ 

^ nudando h Don yua7i.. 

Fres. Aquí -aguardo ; el pecho 
se enciende en iras al verle. 

Cam. Mientras se desnuda , veamos 
á qué sabe este zoquete. 

Pizp: Dios, sea loado.. 

Cuin. ,Qygan,. 

<lue tiene la casa (duende ! 

Oíos que cumples 
como honrada lo que. ofreces*. " 

í . 


De Don Antonio Zamora. 


25 


Pizp, Y digalo la guitarra, 
que por lo que sucediere, 
viene de remolque. 

Fres. Hasta 

que solo en su quarto quede, 
iras , paciencia. 

Cam. Muger, 

por donde entraste ? 

Pizp. Bonete, 

no vés , que soy contravando, 
y entro por alto ? 

Cam. Cláveme. 

D. yuan. L/a cena , y otro cubierto. 
Pizp. Si ese es , para que yo ceno, 
yá es después. 

D. yuan. Y qué ha caído ? 

Pizp. Un estofado de liebre, 
con sus tomates al canto. 

Siéntase a un lado C atañía con la guitarra^ 
y vdn sacaíido algunos platos. 

D. yuan. Pues canta. ^ 

Cam. Como no temple. 

Pizp. , Porque Usía se divierta, ^ 

irá algún tonillo alegre. . 

Z). Juan. Ay Doña Ana , que no pued^ 
ni olvidarte , ni quererte l 
Canta Pizp. Mas que te lleve , Gileta, 
Cupido, 

. . que es diablo que sabe juzgar los des^ 
denes : 

Mas que te lleve, 

. -y en.su infierno apacible padezcas 

el mal de zelosa , el tormento de au- 
sente. 

Mas que te lleve , Gileta , Cupido , 
mas que te lleve. 

Dentro golpes recto , y sale criado pri- 
mero. 

D. yuan. Llamaron ? 

Cam. Si. * 

i 

D. y uan. Miva tu ■ Al Criado primero. 

quien es, sin que este accidente 
estorbe el que tu prosigas. 

Fres. Q^ixhn será, tyrana suerte, 
quien a estas horas. le busca? 

D. yua}\ Vaya que es lindo ei juguete. 
Canta Pizp, Mas que te lleve , á pesar .de 
tus vueltas, 

que. es caso terrible el , m^tar. por que-^ 


D 


rerte; 


26 


No hay deuda qus 

rerte; 

Mas que te lleve, 

y en 9 con c[uc h todos^ 

burlas, 

str fuego te abrase , su incendio te que- 
me. 

Mas que te lleve , 8cc. 


Sale Cnado primero asustado» 

Criad. I. Señor ? 

D. Juan» Que traes ? 

!• Al abrir 

la puerta , ( sin que dixesc 
quien era) un hombre se entró 
en el quarto ; detenerle 
quise, pero él , sin decir, 
ni aun entróme acá que llueve; 
con unos pasos de entrada 
de pavana , se nos mete 
de onga hasta aqui. 

D. Juan. Mentecato, 

no dirás , que señas tiene ? 

r. Como todo eso está á obscurasi 
no le conocí. 

D. Juan. Pues puede 
ser mi padre , retirada 
a ese cercano retrete, 
no cantes , hasta que avise. 

Pfep. Soy contenta : si supiese> 
que está á la vista Fresneda. 




'Entrase por una puerta , que habrá ¡unto 

á la reja. 

Cam. Quien será ? 

Fres. Porque no llegue 

hácia aqui , pues de la mesa 
se levanta , es bien me alexe 
de este sitio. 

Quitase Fresneda de la reja llega Don 
Juan a la puerta de mano derecha , y sale 
Don Goi^zalo como se descubrió en el se-* 
fulcro , y Jpoco a poco vd llegando d la me- 
sa ^ y se sienta en la silla donde estaba 
Don Juan asustándose todos. 

D* Juan. Quien k esta hora, 
tan á hurto á entrar se atreve 
en mi casa, sin mirar 
que quando::;Cielos valedme ! 

Cam. Ira de Dios ^ que es el muerto^ 


no se pague, (Se. 

quando menos ! 

D. Juar.^So\o al verle, 
el cabello se espeluza! 

r. La fantasma se parece 

de Don Gonzalo a la estatua. ; 

D. Juan. Pero yo temo ^ aunque ^ 
todo el infierno ? 

Cam. A la mesa ^ 

va pián, pián ; mas que quiere C 
cenar un par de responsos ! 

I. Qué asombro ! 

Cam. Dios rae remedie. 

D. Juan. De qué es el pavor , cobarl 
de qvie Don Gonzalo entre 
en mi casa , en fe de que J 
yo le rogué , que viniese 
á cenar conmigo ? pues 
sino es mas que esto , y se debe 
aplaudir el que ella gane 
el honor de tanto huespedj 
vamos cenando , y llegadle ' 
esos platos. 

Cam. Que los llegue 
él, y su alma. 


Siéntase en la silla donde estaba k¡ 
reta , llegando á Don Gonzalo á 
platos j y á cada uno hace señam 
la cabeza , que no 
D. Juan. Aunque has venido 
tarde , á aceptar el banquete, 
que cenar hay : vé comiendo. 
Cam. Dice , que Ic duele un dieiitíj 
y está el pan duro. 

uan. Lso no es 
venir á favorecerme; 
mas querrá beber ? La copa. 


Llega un criado con la copa ? y 
la Don Juan , se la quiere ¿A 
y él no la recibe» 

I. Temblando llego. 

D.J uan. No tiembles, 
que el Comendador es yá 
mi amigo. Como no bebes ? 
Cam. Le habrá mandado el Dotof 
que se aregle. 

D. Juan. Aunque te niegues 
á amb#s cortejos , á otro 


«o 


podrás 


ola? 


De Don Antonio Zamora. 

sabiendo de fe j que hay 
cierto fin , y vida breve f 



Entrase «» 
tró la 


criado por la puerta que se en~ 
Pizpireta , y suena dentro 
la guitarra. 


m Oiié quieres? 

n ^aan. Decid , que canten ; y para 

que mi amistad manifieste, 
quanto esta venida estimo, 
i tu salud. 


Catn. Están verdes. 

Dentro canta Pizpireta* 

Pía. Ojos eran fugitivos, - 

de un pardo escollo dos fuentes, 
humedeciendo pestañas 
de jazmines y claveles. 


Eehe , y arrojando el vaso , canta dentro 

la Pizpireta , y Don Gonzalo hace la seña 
á los criados que se vayan. 

Cam. No dirás , que el convidado 
es hablador. 

B-Juan. Qué despejen? 

Cam. Que sí dice por la manó.. 

D. Juan. Idos ; y porque no piense^ 
que rehusó quedarme á solas, 
cerraré la puerta. 

Cam. Advierte : : 

D. Juan. Vete , bribón. 

Los 4. Que nos place. 


Tus delitos::: 

D. Juan. No adelante 
pases ; y si el detenerte, 
es á fin de predicarme, 
ü dexa el Sermón , ú vete, 
que para esos desengaños 
es tarde , y:; 

D. Conz. No te destemples, 
que quien del consejo huye, 
razón es , que se le niegue. 

Mas para que le afianze 
nuestra amistad , has de hacerme 
un gusto. 

D. Juar. Di lo qué mandas. 

D. Gonz. Que para pagarme en breve 
la visita, has de ir, Don Juan, 
la noche , que tu quisieres, 
a cenar también conmigo. 

D. Juan. Si haré ; y de ir muy prestó á 
verte, • 
palabra doy. 

D. Gonz. Pues ahora, 

para que de aqui me ausente, 
la puerta abre , y mir^ si hay 
gente al paso. 

D. Juan. Lindamente. 

Quien sino yo de^preciára 
tanto asombro? 


Vanse los criados , cierra Don Juan la 
puerta de mano derecha , que es por donde 
se fueron los criados y vuelven 
^ a sentarse. 

D. Juan. Yá estás solo ; que se ofirece. 
Comendador ? 

D. Gonz. Bien , Don Juan, 
conocerás quanto debes 
á mi amistad , pues por ella 
Dios licencia me concede 
de venir á visitarte , 
solo á fin de que aconseje 
á tu ceguedad , que tantos 
pasados yerros enmiende. 

Breve es la vida del hombre, 
cierro su fin , y evidente 
el juicio divino ; pues 
¿quien tales culpas comete; 


Toma una hugia^ y vuelve d abrir la puer- 
ta , y por la otra vá asomando Fresneda 
con una pistola en la mano y de- 
trás la Pizpireta. 

Pizp. Qué pretendes, 
entrando en el quarto ? 

Fres. Calla; 

y por lo que sucediere 
prevén la llave. 

D. Gonz. Qué harán, 

hombre infeliz, tus deleytes, 

si aun para tu desengaño, 

las piedras se desvanecen ? Vndese» 

Da vuelta una devanadera , en que estará 
la silla ; ocultándose Don Gonzalo. Vuelve 
Don Juan , y se suspende , y al mismo 
tiemfOy por la puerta que abriú^ ve asomar 

D 2 á 


28 iVb hay deuda que 

a Beatriz embozada^ en trage de 
hombre , y Camacho* 

D. Juan. Yá está abierta , y nadie al pa- 
so 

hay , que pueda pero tente, 
susto , que del sitio en que 
le dexé , se desparece, 
nunca la muerte mas vira, 
nunca la piedra mas leve. . . 

Don Gonzalo ? 

Cam, Como , di, 

á entrar asi te resuelves, 
teniendo por convidado 
a uu muerto ? 

Beat* Bueno es , que pienses, 
que me persuada un delirio, 
á no entrar y pues en este 
trage , y á estas horas , vengo 
á vér si mi amor le vence: 
vuelvete. 

Catn. Santa palabra ! Vase* 

D. Juan. Apenas para moverme 
me ha dexado arbitrio . el susto. 

Fres. Solo está ; pues qué hay que espe- 


re 


BeaU Alli. lo véoj yo llego. 

Pizp. Don Luis, mira que te pierdes. 

Fres. Primero es mi honra. 

Beat. Mi hermano 

no es aquel , que se previene 
de una pistola ? Pues qué hago, 
aunque mil vidas arriesgue, 
qiié no le aviso ? 

Vd llegando. 

Fres. A mi enojo - - 

bolcanes el ayre fleche. ^ - 

Beat. Donjuán , que te matan I 

D. J lían. Quien 
hay que os,adp. . . 

Fres. Traydor , muere. 


Dispara , y cayendo la luz , andan todos 

confusos. 

Ay infeiiee de mi ! 

Beat. Que es esto , que me sucede ? 

Dentro Don Diego. 

D. DJe^# En el quarto de mi hijo 
« se oyó el ruido. 

Pizp> Gente viene; 


no se pague , &c, 

qué hacemos aquí? . 

Fres, Yá nada, 

pues su quexa me previene n, 
que logré su muerte. ’ 

D. Juan. Hasta, ' 

que haya luz callar conviene. 
BeaU Entre mi hermano , y m'; 
amante, 

es , con iguales baybenes. 
toda tragedias mi vida. D. 

Bí 

Por un lado sale Don Diego en cui, 
espada , y por el otro lado criado,’'' ^ 

macho con luces. f.'. 

D. Dicg, Hijo , que es esto ? 

Criad r. Qué tienes, 


señor ? 




I 

Cam. Mas que el muerto le há ^ 
dado algún par de cachetes. - 
D. Juan. No sé ( ay infelice de mí ^ 
pero ya lo sé , pues entre ' 
esa traydora , y yo , hallas ¿ 
la herida , y el delinquente. 

D. Dieg. Traydora dixo ; ay masi , 
D. Juan, Y pues al vér que prj t 
darme muerte., es justo, que 
yo me adelante , y me vefigue 
de mis iras. 

Vd á embestirle^, y le detiene Díi' 

_ . g'o. 

D. Dieg. Qué haces , loco ? 
si siendo muger , no adviertesj 
que á ti te hajas? 1 

Beat. Y muí<er. 

Llorando. 

^ñor , que es bien que dese$, . 
que él viva , pues dueño injusto 
de su honor mas cese , cese 
llanto , que no le persuade 
lastimar, que no le mueve. 

Y porque -veáis quanto engaña 
la pasión del que aborrece, 
no solo so.y..de su riesgo 
motivo sino me debe, 
el que entrando aqui , y mirando^ 

( qui ,solo amor ) que se vierte 
contra él , el negro veneno 
de alguna cabada sierpe, 
le rescatase la vida 


iOH 


2 ? 


/ 

De Don Antonio Zamora. 


j c6n mi aviso i y::: 

D* ^ua7u Mientes , mientes : 

^nias quien , yá que tu no fuiste, 
fue el que quiso osadamente 
matarme ? 

I 

Beat> Eso' no diré, 

. sino a quien está presente, 
que es vuestro Padre. 

D. Juan. Por qué ? . 

Beau Porque es bien , que me interese 
en callarlo , y en decirlo. 

D. Venid mientras amanece 

c, a mi quarto , y tu en el tuyo 
recógete. 

Criad, r. Oyes , pobrete, 
qué se hizo la Pizpireta ? 

Cam. Como vió cascar las nuecesj, 
se iria. 

D. Dieg. O si con su aviso, 
de tantas dudas saliese ! 
a. Pero el muerto ? 

Cam. Fuese á oir 
alguna Misa de Réquiem. 

X. Esta casa está en pecado. 

Queda á Dios Don Juan , y teme, 
que pues siempre hay quien te amague, 
no haya quien te avise siempre; 
y teme , en fin , que por mas, > 
que tyrano me desprecies, 
no hay deuda que no se pague, 
ni plazo que no se llegue. 

' , , V anse Don Diego , y Beatriz» l 
D. Juan. Qué quiere el cielo de mi? 
que por si mi errov convence,, 
yertos fantasmas abulta, 
vagas ilusiones .tej:e : : 
que me enmiende? Si. Pues aunque 
con tantos golpes despierte ^ 

el ^ descuido de .mi vida, ' 
no haya miedo que me enmiende# 

A C T O I 1 1. 

Sale Don juán , y C amacho , y tras ellos 

D. Diego. 

o. Dieg. Donde vás , hijo ? - ^ 

D. ‘Juan, A pasearme, 
que no es razón , que metido 
intre mis propias .paredes . 


esté hasta el día del Juicio. 

Cam. Ayer volvió á casa > y ya 
le parecen, que es un siglo. 

D. Dieg. Sin duda te has olvidado 
de que de tu desafio 
es mañana el dia ? 

D. J Cierto, 

que te agradezco el aviso. 

D. Dieg. Sabes , que depende de é! 
tu honor ? 

D. Juan, Sé , que muy altivo 
Filiberto enmendar quiere 
su ofensa con mi castigo. 

Sé , que el Rey , de sus instancias 
obligado , ó persuadido, 
para nuestro duelo , ( en fe 
de desear yo lo mismo ) 
nombró el dia de nlañanajj 
siendo el sefialado sitio 
de la caridad el campo, 
en las orillas del rio, 
junto á la torre del oro,' 

( donde el »hundoso bullicio 
de Guadalquivir trasladada 
en surfcspacio chrístalino, 
la pompa de las arenas, ' 
al espejo de sus vidrios) 

Sé , que , como , al fin , retado, 
las armas , que yo 'he elegido, 
son espadas , y rodelas; 
porque quise , que partido 
el primor entre los tiempos, 
yá dei quite , y yá del tiro, 
luzca la naturaleza • 
al lado del artifício- 
Sé , que en la; campaña es 
de mi contrario padrino, 

Don Pedro Ponce de León, 

Señor de Marchena ; el mió 
Don Gonzalo Girón , Conde 
de Urena , para que unido 
el explendor de dos Heroes, ♦ 

tan heroycaiíiente invictos, , 

' a cada uno le alcanzen 
las honras de su enemigo. 

Sé que eJv mismo Rey pretende, - 
en fe de nuestros, servicios, 
ser Juez, del campo : y en fin, 
sé , para pp ser projixo, * 

que 


3o 


No hay deuda que 



que si acaso él Italiano, 
de mi enojo vengativo 
se libra , en las tres venidas 
que de armas blancas elijo, 
abrazándome con él, 
bien como Hercules lo hizo 
con Anteo , ha de ir tan alto, 
que midiendo el ayre a gyrosi 
por el camino del Cielo, 
se despeñe hasta el Abismo. 

Cam. Gran peste ! Si acabará en 
lo de por vida del gijo::: 

D. Dieg. Pues si eso sabes , por qué 
sabiendo , que hay quien previno 
anoche en una pistola 
encender tu precipicio, 
tan descuidado te burlas 
del riesgo , dando motivo, 
u que saliendo de casa 
logre lo que no ha podido 
lograr hasta ahora? 

I>. Juan, Si eso 

es , señor , lo que te dixo 
Beatriz , por disimular, 
que ella • sola fue , quien vino 
a matarme sabe ; que 
ha mentido. 

D. Dieg. Nq ha mentido: 
y porque k campaña salgas 
sin ese cuidado , hijo, 
sabe , que yá disuadida 
de ser tu esposa ,-ha pedido, 
que a mis expensas acabe, 
é su vida , 6 su raartyrip 
en el tranquilo sosiega - 

. de una celda , que retiro 
de su desengaño , apoye 
ios- esfuerzos de su olvido* 

Esto te he dicho , Don Juan, 
porque trates advertido, 
de hacer paces con el Cielo, 
cuyos enojos divinos 
castigan severos , aunque 
disimulan compasivos. 

Y pues para sujetarte, 
no hay medio , ni hallo camino^ 
adiós te queda , y él quiera 
en tu genio , y tu peligro, 
é embarazar tu despeño, 


no se pague , 6?f. 

6 alumbrar tu desvarío, 

D. Juan. Que en los viejos nunca 
de ser olvidado oficio 
andar estudiando arengas j 
y vertiendo consejitos ! 
vive Dios , que es fiera cosa! < 
Cam. Y ahora , pues mi amo selia^ ^ 
qué intentas hacer ? ), 

D. Juan, No sabes ] 

quan postrado, quan rendido 
amo a Doña Ana de Ulloa ? 
Cam. Lo sé , que tu me lo has dich 
D. Juan. ¿Pues como dudas , 
cerca del duelo me miro, 
no sabiendo , si los diablos J 
querrán que yo quede vivo, 
solicite con violencia, ^ 

( si no bastare el cariño ) 
ser dueño de sus favores ? 
a cuyo fin he traído ^ 

esta llave , que otro tiempo ^ 
abrió a mi afecto el camino, ^ 
para entrar por sus jardines, 
donde el volcan encendido 
de amor , que me la honra 
k los soplos del capricho; 
esto , en suma , es lo que intenttj 
Cam. Pues señor Don Juan Tarquij 
después de haber dado muerte 
a su Padre , no es delirio 
querer quitarle el honor? 

D. Juan. Jamas, Camacho , he entei; 
de mas , que de hacer mi gusto; 
y puesto que ir determino 
solo , y á la vista estoy 
de la esfera donde vivo, 
bien te puedes ir. 

Cam. Me placej 

porque si el muerto novicio 
estila hacer visiticas 
a su contrario , mas fixo 
es , que a su hija se las haga; 
y sentiré , vive Christo, 
volverme a encontrar con éU 
D. ^uan. Adiós. 

Cam. El \^ya 'contigo:- 
para vísperas de duelo, 
con buen Padre GapuchifiO 

se vá a confesaf. a 


1)9 Don Amonio Zamora» 

Vanse cada uno por su lado, salm Doña dexame , pues aunque anoche 
Ana, Fabio, y Desvia. burló mi saña el destino, 

! tiempo de enmendarle queda::: 


D. Ana. Adonde 
Don Luis está? 

Fab. Prevenido 

de mí , eu esa primer quadra 
quedó esperando tu aviso. 

D Ana. Dile , que entre, que no vW 
la hora de que el vengativo 
rencor de mi pena , abra 
a su venganza camino. 

Lesv. Gran risica hay en campaña# 
Ván dos quartos , que adivino 
lo que es ? 

D. Ana. Llega tu unas sillas, 

Lesvia , y vete. 

Lesv. No replico : 

buena vá la danza , Alcalde, 
y dá en la albarda el granizo. 

f^ase Lesvia , y salen al paño F fesneiOy 

y F ahio. 

Fab. Entrad ; y para que quando 
venir juntos nos han visto, 
juntos no nos vean salir, 
que es acertado imagino, 
esperaros a la esquina. 

Fres. Decis bien. 

D. Ana. Un Etna abrigo 
en el pecho. 

Fab. Allá os espero. 

Fres. Id con Dios. . VaSC* 

Llega Fresneda* 

H. Ana. Pues no ha querido 
dar satisfacción el Rey 
al difunto Padre mió, 
vengúele yo , aunque otro brazo 
haya de ser el Ministro. 

Fres. Yá á vuestras plantas , señora, . , 
está , quien desvanecido, 
con discurrir , que merece 
la fortuna de serviros, 
á ellas se acerca gustoso. 

O. Ana. Yo , señor D. Luis , C^tim# 
quanto me favorecéis; 
y porque despacio aspiro 
á hablaros , tomad asiento. 

Fw. N«ble dolqr, que reprim<^ 


% 

Por el otro lado al paño Don Juath 

D. Juan. No poca dicha he tenido 
en que esté solo este quarto, 
pues podré ::: pero qué miro ? 

Con Don Luis Fresneda a solafs 
pona Ana ? 

J). Ana. Qué mal animo 
las voces ! Pero qué mucho, 
ai todo el ayre es suspiros ? 

D. Juan. Oygamos , rezelos ! 

D, Ana. Aunque 

parece, que era preciso, 
señor Don Luis , informaros 
de la Ocasión , que he tenida 
para confiaros toda 
la venganza , que os Qonfío; 
parece también , qüe á poca 
luz , se dexará entre visos 
adivinar mi intención; 
pues basta el haber sabido, 
que mi generoso Padre 
( con qué dolor lo repito ! ) 
muerto yace , y su ofensor, 
sin susto del homicidio, 
jactándose del esteago, 
afui no rezela el castigo. 

D. Juan Thenorio * ( há tyrano! ) 
fue el alevoso motivo 
de su muerte , y mi quebranto, 
de su ruina , y mi martyrip, 

¿Pues para qué es necesario 
saber , que contra 61 irrito 
la saña de vuestro acerq, 
si siendo muger , es fixo, 
que en fuerza de lo quesos©, 
supongo lo vengativo ? 

Muchas veces , de mis ruegos 
el esfuerzo repetido, 
solicitó con el Rey 
su escarmiento , y nunca he vistp 
el semblante a la esperanza 
de que deshaga un cuchillo 
mi quexa ; pero qué mucho, 
si su padre .es su valido, 
que en públicos desagravios 

per- 


r" 


3'Z No hay 

persuada mas efectivo, 


que 1:1 razón de un Común, 
es ñivor de un Individuo?- 
^Viendo , pues , qiian poco valen 
mis ^ lagrimas > mis gemidos, 
para mirar satisfecho 
a un padre , que eítá ofendido, 
hacerme yo por mi misma 
justicia, es lo que he querido 
lograr ; para cuyo efecto 
mandé a Fabio, ( de quien fio 
el secre.to ) que buscase 
quien arrestado , y altivo* 
diese muerte a quien me ha muerto* ' 
Y pues la fortuna quiso, . 

que en vos pensase , quizá, 
porque., según imagino 
también vos para matarle, 
no estáis falto de motivos. 

Ved , que resolvéis, en. fe 
de que si del desafio 
sale mañana con vida, 
habéis de hacer lo que hizo 
su contrario , confiando 
del penetrante bruñido 
ceño de un puñal el logro, 
que quexosa solicito, 
que colérica persuado, 
y desesperada animo. 

D. Bueno vá esto i por cierto, 

queja estoy agradecido; 
mas antes de salir , veamos ^ 

qué responde el asesino. 

Fres. Anoche, sin que supiese 
( pues Fabio no me le dixo ) ^ 

vuestra intención , creí ya 
haceros ese servicio 
en profecía ; pues .sobre 
ciertos cuentos ,, que tuvimos 
ios dos , haciéndome espaldas 
una dama. 

D. Juan. Bien por Christo ! 

Fres. Entré á matarle en su quarto: 
m^- debe ( según le. he visto 
invisible ) de traer 
alg un demonio, consigo,, 
pues a quema ropa casi 
le erré : mal haya el impía 
Artifice., que labró. 


^ armas , cuyo falso tiro, 
después que del í^pederiial . 
enciende fuego el rastrillo 
fiándole el plomo al viento 
dexan el golpe al destino 1 
Mas yá que vuestro pre¿g 2 
señora , ,dá otro incentivo ^ 
á mi colera , palabra 
doy á los cielos divinos, 

( si de la batalla sale ^ 

coa vida ) de que al continua 
azecho de mi cuidado, 

,y ..arrojo de mi capricho, 
muera. Don Juan , porque ambo^ 
yá que el agravio sentimos, ^ 
la satisfacQÍon logremos, 
dexaudo á la edad escrito; 
Aqiii yace quien , quitando ■ 
tantas hónras , la ha pei-dido. 

Y pues á entrambos nos puede 
estar mal , que en este sitio 
. la familia laos encuentre, 

Levantanse* 

hasta lograr el designio, 
quedad , señora , con Dios, 
segura de qne rae obligo 
á quitaros ese estorbo. 

\ Ana* Feliz , yo si lo consigo» 
Fres. No me costará por cierto 
gran trabajo el conseguirlo, 
que no es tan fuerte el león* 
Jucin. Ahora lo verás. 

D. Ana. Pues* idos;^ 

Fres. Yo de buscar ocasión 
me encargo , en que sin testigoi 
nos veamos. 

Sale Don Juan terciando lacif 
33. Juan*. Para qué, 

si yo ese cuidada os quito ? 
Fres. Qué veo ? 

D. Ana. Como traydor,, 
tu aquí ? si , quando::; 

Z?. Jalan*. Aspacito,. 

que antes que á vos os respondí; 
pretendo , habiéndolo oído 
dar á ese hidalgo las gracias, 
por tan grande, beneficio 

( 


como me hace i en pretender 
ahorrarme de un tabardillo. 

X). Ana* Muerta estoy ! Iras , qué es esto? 

pres* Lo que yo de vos he dicho:: 

X), Juafi* Todo lo sé ; y aun por eso 
de aquesta manera os libro 
a cuchilladas la paga. 

P* Ana* Quando tanto arrojo miro^ 
ojos , pues fuisteis milagros, 
como no sois basiliscos ? 

D. yuan* Muere , aleve. 

Fres* De esta suerte , 

vienes, a buscar tu mismo 
tu ruina ? 

D* yuan» Ya lo veremos^ 

D* Ana* Que mal hizo mi descuido 
en no recobrar la llave, 
pues es a quien tanto abysmo 
franqueo paso. 

Riñen , y entrase retir anda Fresneda for 
la ^erta de mano de- 
recha* 

Fres. Muerto soy. \ 

D. Ana» Fabio , Lesvia.^ 

Dent, voc* Allí es él ruido» 

D* Ana* Ok , criados f no hay quien 
escarmiente un atrevido ? 

D* Juan* Ya os lo diré en acabando 
de cerrar este postigo. 

Vuelve á salir Don Juan ^ cerrando la 

puerta* 

D* Ana. Hombre, íiera^ asombro, ó mons- 
truo, 

qué intentas ? 

D* Juan. Que de tu hechizo, 
apurando la ponzoña 
mi sed , apague el armiño 
de tu mano este volcan 
que aun tiempo- templo , y avive. 

Luchando los dos* 

D. Ana* Qué dices ? 

D.Juan, Veraslo presto. 

D» Ana* Suelta , inñel. 

D. yiMn» Ese desviqK 
nie irrita mas. 

O. Ana* Como , mal 
caballero , fementido, 
i mi pundonor te atreves! 

< 


do 

como el tuyo ; y sobre todo, 
pues en vencerte porfío, 
para qué son resistencias ? 

D. Ana* Contra un hecho tan indigno 
no hay en el Cielo venganzas ? 

D. Juan. Por mas que ayrada dés gritos, 
no te oirá , que está muy lexosi 

D. Ana* Qué sin fuerzas me resisto! 

Dent* F ab* Pues cerraron por adentro. 

D* Juan* Ya sus voces han oído. 

Dent. F il. Echa la puerta en el suelo# 

Cae desmayada* 

B. Ana* Mas qué mucho , si remiso 
el aliento á la fatiga 
de mi congoja , me rindoJ’ 
ay de mi ! 

D* Juan* Ya me espantaba, 
que ,110 hubiese parasismo, 
paso estudiado de quantas. 
sienten lo que no han sentido. 

Golpes d la puerta, 

Pero, pues, alborotada 
la familia , en vano aspiro 
á conseguir mi deseo, 
tomando el mismo camino, 
que'traxe , quedese en duda- 
ser yo el ayrado principio 
de la herida , y el desmayo 
de ambos. 

Veme , y abriendo la puerta , salen FiU^ 
berta , Lesvia , Fabio , y Nise, 

Fab. Ya soltó el pestillo. 

Fih Entremos a vér quien pudo 
alterar de este retii'o 
la quietud j pero qué veo ? 

Lesv¿ Mi ama es la que sin sentida 
yace en la tierra. 

FÜ* Doña Ana ? 

Lesv* Señora ? - 

Fuh* Quien ha podido, 
en e^tiempo que de aqui- 
falto , eslabonar unidos, 
tantos trágicos acasos? 

Fih Lesvia , en tanto que al herido 
acudo yo , averiguando 
iludas en que vacilo, 

E 5 


De Don Antonio Zamora* 33 

D. JuaH. Como a otros mil me he atreví- 


34 No hay deuda que 

á vuestra ama retirad 
al lecho. 

Leru. Ya en este sitio 

ván dos muertes , qiiando menos. 

Fab. Quien tal confusión ha visto ? 

D. Afí-a- Cielos , valedme ! 

Nis. Yá ha vuelto. 

Fü. Pídeme albricias, cariño» 

Jáesv» Nise , ayuda. 


' Entranla entre las tres* 

* 

Fil. Quien dixera, 

que quando postrado , y fina 
adoro á Doña Ana , encuentro^ 
la vez que á verla he venidOi 
porque un favor suyo sea 
iris de mi desafio, 
en dos cadáveres , dos 
presagios, dos vaticinios 
de mi infeliz esperanza ? 
mas qué me espanto , si ha sido 
toda mi vida portentos, 
toda esta casa prodigios ? 
transe, y sale C amacho 9 y la Fizpire* 


ta. 


Cam. Buena pesca, donde vás? 

Pizp. Majadero , no le vés ? 
donde me llevan los pies, 
a vér como las demás. 

Cam. Si porque el dia del duelo 
es hoy , sales á lucir, 
imaginando rendir 
^algun"^ alvedrio al huelo; 
dexa esos vanos antojos, 
pues puedes tener por cierto, 
que hoy Don Juan , y Filiberto 
son quien se llevan los ojos. 

Pizp. Baste , que el señor Camacho, 
pues en enfadarme apuesta 
con su zumba , a la hora de esta 
yá debe de estár borracho; 
y si lo está , como siento, 
hace mal , entrando en corro, 
en lio irse a dormir el zorro. 

Cam. Dexando á un lado ese cuento, 
buena ante noche la hiciste, 
picarona. 

Pizp. Pues qué ha habido ? 

Cam. Nada mas , que habejf m^tidó 


no se pague y ^c. 

en casa , quien como viste, 
dár muerte á mi amo intentó, 
PíZf». Qualquier picaro insolenté 
que lo ha imaginado , miente;’ 
porque no soy rauger yo, 
que asi había de vender 
á quien se fió de mi. 


Cam. Pues por qué , si no fué asi. 


no volviste á parecer? 

Pizp* Porque oyendo , desde dondi 
cantando estaba yo sola, 
el ruido de ^la pistola, 
y que su padre responde 
al ruido ; por donde entré, 
volví asustada á salir. 

Cam. Pues no habremos de reñir, . 
sobre si asi fue , ó no fue. 

Qué dices del aparato 

con que el campo se previene? 

Pizp. Qué admirable vista tiefie. 

Cam. Pues qué dirás de aqui á un n 

Clarín. , 

quando el rio en sus espumas 
copie en los dos lidiadores 
mil primaveras de flores, 
mil occeanos de plumas ? 

Pizp. Diré , que tanta grandeza 
coa la Magestad se mide 
de quien el campo preside» . 

Unos. Plaza al Rey* 

Otros. Plaza á-su Alteza. 

Cam. Yá , como el Rey ha llegadoj 
salva hacen caxa , y clarín. 

Pizp. Pues a Dios , que siendo el & 
que al arenal me ha guiado, 
verlo todo ; yá es razón 
ir á tomar buen lugar. 

Cam. Si harás , que al fin es tomarit) 
á Dios , chusca. 

Php. A Dios , bufón. 




Vase la Pizpireta , y tocando mdfcU 
len Don Diego , y el Rey de 

plumas , y acompañamiento» 

D. Dieg. Yá que vuestra M^e.stai 

h. honrar la palestra viene, 

porque en ella ser previene 

del duelo su dignidad 

^1 arbitro soberano ; . 

cí 


35 


Ds Don AntoViio Z amor a» 


ocupar el Solio es bien 
£>«•■ 0on Diego Thenono , quien 

la vara tiene en su mano 
de la justicia , es razón, 
que use de oliva , y acero, 
con natural , y estrangero; 
y bien k mi inclinación 
tenéis Que deber , si en juicio, 

^ confaso se halla, 

a vuestro hijo j 3 una bstalls 
lé he conmutado un suplicio; 
mas fuerza será después,^ 
buscar medio , que^ mañana 
nos desenoje á Doña Ana. ^ 

D. Dieg. A vuestros invictos pies ;;í 
R ej?. Alzad , Thenorio yy decid, 
si está todo prevenido. 

D. Dieg» Asi , señor , lo he creído, 
según desean la lid ; 
ay hijo! ay honra! ay amor ! 
que en 'tan arriesgado estrecho, 
rezelo de tu despecho, 
lo que fio á tu valor. To^uBS» 

Toque dé'guerra , y salen el Conde de Ure^ 
ña j y e/ Marqués de Cádiz , cada uno 
for su lado , con bandas , y plu- 
mas. 

Marq^ Yá , señor , mi apadrinado 
está pronto á la batalla. 

Cond* Yá á vuestra Alteza en la baila 
esperando está mi ahijado. 

Rey* Conde , Marqués , yá del dia 
no espero infeliz suceso, 
pues con tan ayroso exceso 
de 'aplauso , y de bizarría, 
en prueba de su nobleza, 
á uno apadrina un Girón, 
y á otro un Ponce de León. 

Los dos. Rayo soy de vuestra Alteza 
’Eníratise , hacmido cortesía al Rey yp- 
nando la caxa , y clarín , como lo 
dicen los ^versos* 

Todos* Plaza, plaza. 

D. Dkg* En cada pie 
muevo un monte. 

Cam* Aquesto yá 
de rota batida vá} 
pero en qué discurro , qnt 


decir á gritos no trato 
su aplauso , haciendo notorio, 
que viva Don Juan Thenorio? 

transe , y sale Beatriz de hombre por el 

lado* 

Beat. Viva , mientras yo le mato: ap* 

y pues en fe de que yá 
ningún peligro me asusta, 
pues muerto mi hermano , solo 
me amenaza la fortuna, 
de esta manera rae atrevo 
á entrar entre las confusas 
tropas que de varia gente, 
toda la campaña ocupan. 

Veamos en qué pára , cielos, 
la ultima acción , en que funda, 

6 su logro mi esperanza, 
ó su venganza mi injuria. 

Marcha corta* 

Ya el Rey ocupó del Sólio 
la 'Silla Real, desde cuya 
esfera , haciendo una seña, 

Vando* 

el Tambor Mayor promulga 
las leyes de la palestra. 

O amor ! si como se ajusta 
á las del valor , supiese 
guardar las de la hermosura. 

Marcha* 

Ya, al són de la marcha , entrambos, 
de las Tiendas desocupan 
la portátil Babilonia; 
y ya , abreviando á la lucha 
el tiempo , los dos padrinos, 
jcl Sol partiendo , que alumbra, 
ios arneses les entregan; 
los puestos les aseguran* 

Al arma* 

Ya , en fin , al arma les toca 
Ja belicosa dulzura 
de caxa , y clarín ; á cuyo 
compás, con qué ardar se buscan! 

Ruido de espadas dentro* 
con qué enojóse acometen!' 
con qué destreza, se burlan f 
Pero si hoy con su tragedia 
acabar puede mi angustia, 
en qué pjenso? Plegue a Dios, 

E 2 


35 No hay deuda que m' se pague, &c. 

aleve , que de una puntai 


con tu corazón acierte 
la venenosa cicuta, 
porque del campo no salgas 
con vida , que por ser tuya, 
es tan traydora ; y si sales, 
plegue a la Justicia suma 
del cielo , que contra ti, 
en amotinada furia, 
las piedras se vuelvan , siendo 
en mi desenojo alguna, 
quien tus altiveces postre, 
quien tus alientos destruya* 

Mas ay ! que en vano lo espero, 
pues ya el Rey , que el campo juzga, 
la vara dorada arroja, 
á fia de que los desunan 
los padrinos, que yá el duelo 
fenecido , lo executan. 

Dent» Quita , quita , aparta , aparta# 

Seat* Pero qué novedad turba 
el silencio , erí quien hasta ahora 
aún estuvo el ama muda ? 

Mas , pues para averiguarlo, 
ázia este sitio , en confusas, 
desmandadas tropas , todo 
el concurso se apresura, 
presto lo sabré. 

Salen Don Juan Tbenorio , y Filiberto 
en cuerpo , ton vandas , plumas , espadas j 
y rodelas en la mano ; tras ellos el Con-- 
de de Urena , el Marqués de Cádiz , Don 
Diego ; y detrás de todos el Rey^ 
y acompañamiento^ 

Rey. Prendedle. 

Cojid, y Marq. Señor ? 

Fil* y D. Dieg. Señor ? 

Rey. Nadie arguya 
mi resolución. 

FiL Lo que es 

intercesión , no es disputa; 
y considere tu Alteza, 
que en mi desayre resulta 
su intento ; pues no' es bien digan, 
los que todos lo murmuran, 
que acabando de lidiar 
conmigo , se le conmuta, 
una tela , en que batalle^ 


a una prisión , en que 

Marq. y Cond. De mas , de 1 * 
hombres, % 

señor , de nuestra estatura 
el campo hacen buenoi; 

Rey. Basta. *’ 

D. D¡eg. Mal sus ceños disimula ° 
el Rey. 

Cam. Qual anda la gresca ! 

Rey. Y nadie , sino procura 
enojarme , me replique. 

D. Juan. Saña, como si esto escueb, 
con el aliento no quemas^ ' 
y con la vista no ahúma/? 

'Rey. Filiberto , quien en fe ^ 
de ver quan ayroso busca 
vuestro brío el desempeño, 
dispuso , que le concluya 
sin perjüicio de otra quexaj 
lo pudo hacer : pues no hay duda, 
que el que á la justicia falta, 
en vano el garbo consulta» 
Desde una torre á su casa 
mi posestad absoluta 
os dió orden , de que pasaseis 
á D. Juan ; y hoy cuerdo usa 
del poder tan al revés 
mi Cetro , que le procura 
pasar del campo á la torre, 
porque satisfecha una 

“ quexa en vos , se satisfaga 
en otra quexa una culpa. 

Otra dixe ? mal he dicho, 
pues sobre las que acumulan 
á su error , anoche , dando 
muerte á quien la fama usurp% 
tan vil hazaña inteutó, 
que : : pero como articúla 
mi voz palabras, que ofenden 
el labio , que las pronuncia? 
Doña Ana de Ulloa es , quien 
le prende , no yo ; y quien juzga 
que hacer que desde la baila 
á la prisión se reduzga, 
es sobrado ceño ; advierta, 
porque lo contrario arguya, 
que de quien cumplir no sabe 
con lo qite su padre jura, 

si de vista le^ perdiese^ 


n 30 


37 


25 ^ Don 'Antonio Zamora^ ■ ' 

pude sin armas salir, 
de donde vine a vencer; 
y asi : : : 


mal puedo esperar , que cumpla 
jni precepto , sin que encargue 
su libertad á su fuga. 

Prendedle , pues. 

D. Nadie , viendo, 
que con la espada desnuda 
le espero , habrá tan osadOf 
que lo intente. 

Beat. Qué locura? 

Rey* Qué decís? 

D. Dieg* Señor invicto, 

que él , y yo , a vuestras augustaí 
plantas : : : 

Rey, No mas ; y pues veo, 

que aqui es mengua la cordura, 
que en fe de que nadie habrá, 
que os prenda , perdéis la justd • 
veneración , que se debe 
al eco , que lo promulga; 
yo . ( pues anxioma es vulgar, 
que en tal caso no hubo nuncai 
mejor Alcalde que el Rey) 
os prendo : ^veamos , en suma, 
si contra mi teneis armas. 

D. Juan* Pues quien , gran Señor , lo du- 
da ? 

Rey. Armas contra mi ? 

D* Juam Suspenda 
vuestra colera sañuda 
su ceño 5 y mientras rae oye, 
se temple , ó se disminuya. 

De espada , y rodela armado, 
de . vos me hallo perseguido; 
y si a una irrito atrevido, 
de otra me valgo templado. 

Si al que pret'endiere osado 

. prenderme , con una ofendo, 
con otra de vos pretendo 
librarme , pues en mi brazo, 
quando con esta amenazo, 
con estotra me defiendo. 

A otros amaga , no á vos, 
arma , que ofensiva es; 
y con vos habla después 
la que cabe entre los dos. 

Detrás de ella , vive Dios, 
mil pedazos me han de hacer 
antes que consigáis ver, 
que acabando de reñir. 


Empuña el azero^ 

Rey* Vivo yo. 

D. Dieg. FU, y Marq- Señor:: 

Rey* En rano aplacarme juzga 
vuestro ruego. . 

Cond* Aqui , Don Juan, 
mientras su colera dura, 
la resolución mas cuerda 
es huir el cuerpo á la furia 
de sus ceños. 

D. Juan, Quanto un Conde 
de Ureña , en acción tan suya, 
me aconseje , qué duda hay, 
que será lo que conduzca 
a salir del campo ayroso ? 

Cond* Pues seguidme , antes que ocurra 
segundo empeño , que luego 
que 03 dexe en parte segura, 
volveré á templar su saña. 

D. Juan. De ver quan presto se muda 
el amor del Rey, el pecho 
en nuevas iras fluctúa. 

Vanse los dos. 

FU* Pues D. Juan se vá , con él 
me halle en qualquier aventura 
su fortuna, que no es bien, 
que la voz común arguya, 
que para que le prendiesen 
le' saque k campaña. 

Rey. Industria, 

desmintamos por ahora 
las iras , que me perturban : 

Thenorio ? 

D. Dieg, Señor ? 

Rey, Que lleguen 
la carroza. 

Marq* O disimula, 

6 á Don Juan no ha echado meaos, ' 

D. Dieg, No ha sido poca ventura 
haber tan presto pasado 
su colera. 

Rey. Yo , si duran 

de este mozo los despechos, • 
aunque el amor lo repugna, 
qye tengo k padre , hará 
que escarmiente á costa suya. Vase. 

D. Die^. 


Fase. 

apm 


3? ' No hay deuda que ‘no se pagué, 


D. Djeg. V. Excelencia :: 

Marq. De mi- afecto, 

Useñoría discurra 

que haré quanto esté en mi mano. 

D* Dieg. Hasta quando , estrella injusta, 
hau de durar los temidos 
recelos de mi fortuna! V aHSC* 

Detiene Beatriz a- Cctmacbo* 

Seat, Cé , Camacho. 

Ccim. Quien me llama ? 

Bcat» Quien hasta aqui ha estado oculta, 
a fin solo de saber : : 

Ahora vienes con preguntas, 
sabiendo ,.que en estos pasos 
no está nadie para zumbas? 

Beat* Dime siquiera : : 

Cam, No puedo, 

porque hay mucho, si me apuras, 

.que híTcer en sierto convite, 
que echa menos la tertulia. 

Adiós. jp'hre. 

Beat. Mucho temo , que 
tantos acasos produzcan 
un monsteub , que al alma ofenda, 

con lo que al enojo adula. Vase. 

} 

■^eden D oña Ana , y Desvia con mantoSf 

y Fabio con ellas ^ descubriéndose á mano 
izquierda fachada de una Iglesia^ 
con el escudo de Sa?i Fran- 
cisco* 

p. Ana* Casa infeliz , cadahalso lastimo- 
t so 

ée mi fama , mi vida , y mi reposo, 

( pues á no verte mas mi horror me au- 
senta 

de ti ) quédate á ser , en tan violenta 
borrasca , desleal , ira enemiga, 
padrón de mi dolor , y mi fatiga, 
Quedare , pues ; : ; 

Fab. No tanto te, apasiones, 

que á gemidos , embueltos en razones, 
la calle alteres en tan desusada 
hora romo esta, 

D* Ana. No repara en nada 

yá, Fabio ,.mi pesar; y pues contigo, 
y Lesvia , hoyendo de mi casa , sigo 
©tro norte , quizá para que sea, 
la quietud una aldea 


sepulcro de mi vidá a cuyoef 
te mandé con secreto, 
que junto á San Francisco me e 
un coche , que al salir asegura^J F 
sin testigos que mires , si ha | 
es lo que importa. j 

Fab* Alli aguarda parado 
mi orden , para servirte. 

Lesv. Adiós , Sevilla; j 

y mientras vuelvo á repasar su oí 
señor Guadalquivir , por la mañií 
"dele usted dos abrazos á Triaua, í 
D. Ana* Pues yá que por la puertj ^ 
de San Francisco paso , porque^ 

’ " ta, 

quando de un muerto padre me 
que- aun parece fineza , el que esi^ 
do; 

' 1 
(aunque altere mi quexa nocr 

viento) 

dexádnie desahogar el sentimlentt 
Lesv* Aqui ha de haber , según i ^ 
semblante, 

hipo, que ruede, y lagrimón, qvie 
D. Ana* Difunto padre mió, 
Mirando á dentro* 
que en el silencio de ese marmoll 
á las iras vorazes 
de un impulso traidor pavesa f 
adiós , adiós te queda; 
y pues con él mejor región te ho?, 
( si tu virtud reparo ) no me argu) 
el que no vengue las ofensas tiiyasi 
dando la muerte á quien té dio lai 
te : 

mas como de ese fuerte 
brazo la espada , aunque de J» 


yerto, 

á quien de ti se burla , estando ni 
no castiga , no abrasa, porque em 

Truenos. 

a mostrar, que en tu ardor 
veces ! 

Lesv, Ay ! que relampaguza > 1 
truena. 


Fab^ Quien, mirando la noche tan 
tal novedad pensára ? 

D. Ana* Confianza, 

de que me he de vengar ,ya 


De Don Antonio Zamora 


tanzs, 

pues con acentos roncos á mi anhelo, 
dió por un padre la respuesta el Cielo. 
Fab. Ved , si el ruido no miente, [ 
que áxia este sitio vá llegando gente# 
D».Ana» Pues vámonos al punto. 

Lesv* Ahora conversación con un difun- 
to ? 

D. AnUf Valor , qué no me mates ? 

Llama al coche. 

Fab. Yá voy. 

D. Ana. Qué infeliz soy ! 

Entraiise , y por el otrD tado salen Ddtt 
Juan con capa , de noche , y Cd* 

macho, 

D. Juan, Obscura noche ! 

Cam, O si lo fuese tanto, 
que a casa te volvieses# 

D. Juan, Ni su espanto, 
ni tu miedo , vergante, 
han de lograr que no pase adelantej 
mas qué coche es aquel ? 

Cam. Que no adivines, 
que estando ya cayendo los Maytines, 
será alguna Comadre , que vá á un par- 
to ? 

D. Juan. Siempre has de estar de zumba ? 
Cam, Y no hago harto, 
qu^ndo Von condición tan exquisita 
te sirvo ? Y: : Santa Barbara bendita 1 

Truenos. 

D. Juan, Qué ha sido esto ? 

Cam. Un relámpago tremendo. 

D. Juan. De eso te asustas ? 

Cam. Pues qué he de hacer yo viendo, 
en lobreguez tan fiera, 
que trae su truenecito por carrera ? 

D. Aplaudir el que el cielo, 
viendo la obscuridad , que hay en el 
suelo, 

para ir adonde mi valor desea, 
nos dé encada relámpago una tea. 

Cam, Yo le estimára en estas aventuras, 
que nos dexára caminar á escuras; 
mas , señor , donde en dia, ^ 

que uno te amaga , otro te desafia, 

^ busca , el Conde te recata. 

Dona Ana te huye , y Beatriz te matá, 
fl estas horas caminas ? 


3S 

Juan, Necio er6$, 
pues confundiendo varios pareceres, 
¡.mirándome á la puerta del Convento 
de San Francisco , ^aun dudas lo que 
intento ? 

Cam. Supongo como el Rey te la ha jura- 
do, 

que buscaras su claustro por Sagrado. 
Mas ya escampa , y llovian de camino 
truenas de dos en dos. ^ 

Truenos* 

D* Juan. Qué desatino ! 

mas porque de una vez tu duda acábe, 
que solo vengo, sabe, 
a pesar de relámpagos , y truenos, 
á cenar con el muerto , quañdo raepos# 
Cam. Con quien ? 

D* Juan* Con Don Gonzalo. 

Cam* Pues quédate con Dios , que 
yo estoy malo. 

D. Juan. Espera , bribón ; y pues 
una es de- las principales 
puertas esa , llega , y mira 
si está cerrada. 

Cam. Mil diantres 
carguen conmigo , . si yo 
diere un paso ázia delante# 

D. Juan. Anda i ó por vida de:: 

Cam. Asi 

te salve Dios , que repares, 
que esto es tentar á Dios : mira 
las muchas atrocidades, 
que has hecho , y que quizá es este 
camino de qué las pagues; 
mira quantas pesadumbres 
cuestas á tu pobre padre; 
mira , que quando de un duelo 
tan ayrosamente sales, 
el cielo á truenos te dice, 
pues le ofendes , que le aplaques# 

Y mira : ; 

Truenos. 

Juan, Haz lo que te mando, 
Camachuelo , y no me enfades, 
sino pretendes : : 

Llega a la puerta del Conventó, 

Cam, Yá , ya 

llego ; Dios , que nos dexastes : 
ce rrado está á piedra y lodo. 

T>, Juan, 


4o No boy deuda que no se pague , 


D. ^uan. Mientes. 

Cam. No , asi Dios me guarde. 

D. ^uun* Pues para que irte uo logres 
yo 1 q veré, 

Cam» Que me place. 

Llega Don ^uan» 

D» Juan» Cerrado está j bien dixisteis* 
Cam. Pues cumpliste por tu parte j 
volvámonos. 

D. Juan» Ya que echamos 
á perder nuestro viage, 

Comendador > yo he cumplido 
con venir á visitarte; 

Mirando adentro» 
mas pues cerrada la puerta 

, ^ ; tienes , tu eres quien faltaste 

! a la palabra. 

1 

Abrense las puertas de golpe. 

I Cam. Ay que abrieron, 

y ya^ desde aqui pasearse 
veo mas de ti*einta muertoSj| 
con virretes , como hace, 
calor por las noches. 

D. Juan» Ya 

que las puertas se nos abren> 

I entra tras mi. 

Cam. Si. allá dentro 

contigo uo he de sentarme 
á la mesa , á qué he de entrar ? 

D. Juan» A echara de beber infame*, 

Cam» No ves como truena \ 

D» Juan» Asi, 

Truenos^ 

para que. no te me escapesá^ 
habrá de- ser. 

Com» Considera : : 

D. Juan» Anda. 

Cam. Dios que nos desastes. 

D. Juoji» Conmigo vas. 

Eíitrale a empellones , sonando de quan^ 
do en quaudo la tempestad ^ ocultase ta 
puerta por donde entraron, y descubrien- 
dose la Capilla y Sepulcro ( coma en la 
segunda jomada ) sale Don Gon^ 
zalo, como baxanda de éL 

Gonz» Yá > Divina 


! 


Justicia , que me fiaste 
tan nunca visto castigo, 
de su helado centro sale 
la animada piedra mía. 

Sale C amacho , y Don 
D» Juan. A la escasa luz , que 
la lampara, rae parece, p 

que fuera del sitio yace ^ 

i en que antes de ahora estabais 
la estatua. ' 

Cam» Ai está de calle 
el convidado de piedra, 

D» Juan» Ahora bien , yo llego a lu 


le. 


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Don Gonzalo , buenas nochesi 
D» Gonz. Con bien vengas. 

D.J uan» En paz te halle. 

Cam. Lindos cumplimientos ; va, 
que nos sacan chocolate ? 

D. Juan» Porque no digas , que 
poco atento , en escusarnie 
a tu cortejo , contigo 
vengo á cenar , aunque tarde, 
porque he estado divertido. 

D. Gonz. Y aun ciego ; pues tus : 
des, 

ni el aviso las enmienda, 
ni el peligro las disuade. 

D» Juan» Por si por acá no 
quien sirviese los manjares, 
traygo ese criado. 

D» Gonz» Acá 

no hay providencia , que faltí; 
mas porque el suceso cuente, 
le permitiré quedarse. 

JD. Juaii» Pues si ha de ser , des[ 
roos, 

que me vá apretando el 
D. Gonz. Ola , la mesa. 

Cam, Ai vá éso: 

hermosas caras de pages . 


] 


J 


Salen dos fages vestidos de 
Mantos Capitulares de 


mascaras y guantes de esqueleto 

■ ¡¡rf> 


una mesa con dos velas, y 
dos asientos» 

D» Gonz. Siéntate. 

D» Juan» Si haré , que nada 


De Don Antonio Zamora* 


puede haber 9 que a mi me espante : 
no has de cenar tu ? 

Cam. Yó ayunos 

pero por lo que tronare^ 
agachóme aqui. 

D. Gonz* Vianda. 

Ponenle tifi flato con algunas culebras y 

y ceniza* 

D* Juany Quien creerá , que el arrogante 
espíritu 9 que en mi pecho 
iras pulsa , y furias late, 
estremecido al asombro, 
su antiguo valor desmaye ? 

D. Gonz* En qué piensas , que no comes? 

D. Juan* Qué he de comer , si me traen 
solo un plato de culebras ? 

D* Gonu* En ellas quiero mostraste 
un siinbolo que te avise 
los tormentos infernales. 

D. Juan* Es yá tarde para enmiendas. 

JD. Gonz* Para enmiendas nunca es tai'de. 

Juan* Ha Caniacho. . 

Cam. Señor. 

D. Juan. Quieres, 

que de la mesa te alcance 
una presa ? 

Cam* Por acá 
tengo f yo ázia cierta parte 
bastante guisado verde. 

D. Juan. Para que pruebes , no obstante^ 
de los platos del corabite, 
toma esa pechucá de ave. 

Arrójale una culebra , que dd brincos 
lante de la mesa* 

Cam* Verbum caro ; culebrita, 
no me comas , no me agarres, 
que yo no soy del conjuro. 

D* Juan* Sabes , Don Gonzalo , sabes^ 
en qué he reparado ? 

D. Gonz* En qué ? 

D. Juan. En que , quando tu cenaste 
en mi casa , tuve yo 

músicos, que nos cantasen; 
y aqui , según hasta ahora 
voy viendo , para igualarme, 

quieti nos cante no has traido 
dos tonadas. 

* 0 » Gquz* Te engañaste| 


y para que no eches menos 
esa circunstancia , canten. 

Cam* Si , si , al compás de los truenos, 
vaya un requiescat in pace. 

Mas qué me quieres , culebra 
de dos mil demonios zape. 

Truenos , y Música* 

Canu Mortal, advierte , que aunque 
de Dios el castigo tarde, 
no hay plazo , que no se llegue, 
ni deuda , que no se pague. 

D. Juan* Qaé escucho j cielos! la letra^ 
que habla conmigo es constante, 
pues burlándome del cielo, 
creí , fuesen inmortales 
mis alientos ; pero á . mi 
no hay susto , que me acobarde ? 

De beber. 

Gonz* La copa. 

Sacan una cofa y de que sale fuego* 
Cam. El vino 

ya estará vuelto vinagre, 
porque allá en el Purgatorio, 
siempre son Caniculares. 

D. Juan* Fuego me das a beber ? 

J), Gonz* Sí , Donjuán , para enseñarte 
á sufrir el que te espera. 

D. Juan* Qué dices ? ' 

jD. Gonz* Lo que escuchastes. 

D. Juan* Pues yo ( ay infeliz ! ) 

D. Gonz* Ahora 
te turbas ? 

D. Juan* No he de turbarme, 
si para un brindis me ofreces 
un diluvio de volcanes ? 

D. Gonz. Si asustan para minutos; 

que harán para eternidades ? 

D. Juan* Qué sé yo ? La mesa qulten^^ 
que tengo , antes de acostarme, 
que hacer : : : 

Levantase. 

D. Gonz* En tu vida habrás 
hecho tan largo viage.^ 

D. Juan* D. Gonzalo , hasta la vistat 
D. Gonz* Tendrás valor para darme 
la mano ? 

Dale la mano*, 

Juan* Pues por qué no ? 
siendo en nuestras amistades 

F 




42 No hay deuda que 

razón apretar el nudo : 
mas hay infeliz , qué haces ? 

D. Gonz. Mostrarte el fuego , que ani- 
mo. ' ' 

Cam. Hay Jesús ! que hace visages 
asi qué le tomó el pulso. 

P. Juan. No rae quemes , no me abra- 

D. Gonz. Por qué no , si de esta suerte 
rae ordena Dios , que te mate ? 

D. Juan. Por qué tanto enojo •; : 

D. Go«z. Porque 

ni aun en las piedras ultragcs 
los respetos de la Iglesia. 


Abrazase con él , y le lleve ázia el se- 

- fulcro. 

D. Juan. Dexa , que tu yelo aplaque 
este incendio ^ que me quema* 

D* Gonz. Ahora verás. , que al postrar- 
te, 

no fia en vano , quien fia 
en que Dios le desagravie. 

O. ytíafh Yá lo veo ; y pues mi muer- 
te, ^ 

su Justicia satisface; 

Dios mió, haced , pues la vida 
perdí , que el alma se salve. 

D. Go7iz. Dichoso tu , si aprovechas 
la Eternidad de un instante. 

D. Juati. Piedad , Señor 5 y si hasta aho- 
ra, 

huyendo de tus piedades, * 

mi malicia me ha perdido, 
tu clemencia me restaure. Cae. 

Cam. Hay , que le ha muerto , Dios mió } 
D. Gonz. Pues se cumplió el inefable 
^Juicio de Dios , de mi nicho 
ocupe el tallado jaspe; 
y el error humano advierta, 
que por mas que se dilaten, 
no hay plazo , que no se llegue, 
ni deuda que no se pague. 


Vuelve a ponerse en el sepulcro. 
Cam. Alabados , Letanías, 

Credos , Pater-Nostes , Salves, 
Artículos , Mandamientos^ 
y todas las demás partes 


no se pague' f ^c, 

del Catecismo , me ayudej,^ 
Culebra , quieres dexarme,’ 
lleve el Demonio tu alma? 
mas qué es lo que miro !. táte 


eu su antiguo puesto el 


muerto 


se puso , sin acordarse 
del criado ; pues qué espero 
que á contar caso tan grave 
no parto ? Pues ya amanece 
poética licencia , dame 


forma de que abrevie al tiemr 
los términos. 


Ocultase el sepulcro , y salen ci 
Marqués , Cotide , y FHik\ 

to. 

Rey. Nadie me hable 

en que á Thenorio perdone. 

Marq. Pues quando le perdonase 
bien , Señor , lo merecían 
los servicios de su Padre. 

Rey. Es asi, Marqués; mas quar 
son los delitos tan grandes, 
no se deben hacer tan 
perniciosos exemplares; 
pues si una culpa se indulta, 
muchos yerros se persuaden, . 

FU* Pues ya que ese ruego en ^ 
Señor , poco lugar halle, 
otró^ os merezca piadoso. 

Rey. Quál es? 

FU. Que mi amor alcance 
ser de Doña Ana de Ulloa 
esclavo. 

Rey, Yo de mi parte 
haré quanto sea posible. 

Dentro Camacbo* 

Cam. He de entrar, 
no hay que cansarse. 

Voz. Sigámosle , hasta saber 
si prodigio tan notable 
es verdad. 

Cond. Azia este sitio, 
siguiéndole innumerable 
gente , Don Diego Thenorio 


viene. 


Sale Don Diego Thenorio 
Rey. Si otro pesar trae ? 


De Don Antonio Zamora. 

Thenorio, qué es esto? 

D. D/eg- Esto 

es , Señor ( si acaso sabe^ 
decirlo el dolor ) haber 


Don Juan;!! 

Rey. Pasad adelante. 

D. Dieg- Muerto tan trágicamente 
como vivió ; pero en valds 
se esfuerza el dolor ! 

Jiey- Qué ha sido ? 

Cam. Que le dió muerte de lance 
Don Gonzalo. 

Toios. Don Gonzalo ? 

Pues como 9 si muerto yscej 

pudo hacerlo? 

Cam. En su Capilla 

fue esta noche á visitarle, 
y para postre de cena, 
hallándome yo delante, ' 
le hizo sacar un platillo 
de alcaparrones mortales. 

D* Díeg. El consuelo , que me queda, 
es saber • que en igual trance 
arrepintió de sus culpas. 

Capí. Yo testigo, -y no soy sastre. 

Rey. Si será cierto este asombro ? 


43 

D. Dieg. Para mejor informarte, 
venid conmigo , Señor, 
donde , aunque e 1 dolor me acabe, 
veáis de mi mal los testigos. 

Rey. Veamos. 

Beat. Aunque en igual lance 
oyó mis quexas el cielo, 
fuerza es ( como al fin su amante) 
sentir su infeliz tragedia. 

FU. Qué mucho , que en esto paren 
coleras , que al cielo irritan ? 

D. Dieg, Aunque tu honor no restau-^ 
res, 

Beatriz , por mi cuenta corres» 

Seat. Asi tendré , que estimarle 
algo al hado. 

Cond. y Marq. Absorto estoy 
de oirla ! 

Caín. Yo me meto Frayle, _ 

que es lo mejor. 

Beat. Y aquí , ilustre 

Senado , es razón , que acabe. 

Todos. El Convidado de Piedra, 
vuelta á escribir , de quien h^ce 
del deseo de servirte, 
razones para agradarte. 


FIN. 

Barcelona : Por Carlos Gibert y Tuto , Impresor y Libre- 
ro , calle de la Librería donde se vende. 

Y en Madrid en la de Manuel Quiroga calle de la 
Concepción , junto á barrio nuevo. 

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